El pabellón azul – Ramón Pernas

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El pabellón azul - Ramón PernasEl pabellón azul (originalmente publicada en 1998 y rescatada ahora en la colección 2º asalto de Tropo) es una obra de singular belleza. Esta tópica expresión es, en este caso, literal por completo: esta novela tiene una capacidad de sugerencia insólita, que va más allá de la simple elegancia de la prosa de Ramón Pernas.

La novela se centra en la figura de Augusto Bordino, un italiano con una familia dedicada al circo. Aposentado en una casa en Galicia, ya en los últimos años de su vida, se dedica a recorrer los caminos de la memoria recordando sus aventuras por el sur de Europa, sus giras farandulescas y la creación de su propio espectáculo, su boda con Preciosa, hija también de artistas, sus amistades con diversos compañeros que se van uniendo a su caravana y su viaje de emigración a Argentina, donde encontraría la fortuna. Augusto va enlazando esas historias desde su visión estática del presente, con frecuentes elipsis y saltos que, a pesar de su aleatoriedad, contribuyen a presentar una imagen completa de tan azarosa vida.

El estilo del autor es límpido y colorista, a ratos sensual, aunque en ocasiones se embarranca en perniciosas descripciones y rompe el ritmo ligero del texto. Así ocurre, por ejemplo, en los apartados que dedica el narrador y protagonista a rememorar la puesta en escena de una versión teatral de Moby Dick en Buenos Aires: la melodía de la memoria que Augusto va desgranando se fractura para dar paso a una serie de escenas deslavazadas (las de la obra tal y como las recuerda el narrador) en las que la sensualidad escénica de esas funciones desaparece y lo único que queda es un interludio narrativo inconexo.

Con todo, esas pocas páginas no bastan para enturbiar la belleza de una novela que progresa alternando el presente y el pasado con una cadencia más que armoniosa. Los recuerdos de Augusto son el eje de la obra, pero su relación con el presente, con el tiempo desde el que el protagonista recuerda, es vital: sólo desde la remembranza se entiende el pasado; sólo la vida dota de veracidad a la memoria. Lejos de caer en una contemplación pasiva y luctuosa, Augusto celebra la existencia con su recuerdo: la vida vuelve a fluir gracias a ese viaje hacia atrás en el tiempo. De este forma, la alegría y libertad de antaño se apropian del presente y dan sentido al tramo final del narrador.

Ese pabellón azul que simboliza la ausencia de nacionalidades y la libertad se convierte en el eje de la vida de Augusto. No importa de dónde seas, ni a qué te dediques (parece decir): sólo importa la felicidad que hayas podido experimentar. De ahí que la novela sea esperanzadora y vital, puesto que a lo largo de los años y a pesar de las numerosas vicisitudes a las que se ve expuesto, el protagonista jamás desfallece; no sólo porque tenga el coraje de apostar por lo desconocido, sino porque es consciente de la importancia de los detalles que nos rodean. La belleza de las cosas inunda su relato, ya que Augusto puede ver la belleza oculta del mundo: la risa, el humor, la alegría, la maternidad, el crecimiento, la esperanza… Y así, alcanza una existencia plena gracias, en realidad, a las pocas expectativas que ha depositado en ella.

El pabellón azul es un libro de una magia sutil y poderosa, que encandila por su trama pintoresca y por sus historias sorprendentes, pero sobre todo por la sensación emocionante que depara su lectura. Si los libros pueden transmitir esperanzas, éste, desde luego, es uno de ellos.

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