Por quién doblan las campanas – Ernest Hemingway

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Por quién doblan las campanas - Ernest HemingwayCon Por quién doblan las campanas Ernest Hemingway volvió a recurrir a una trama contemporánea (la Guerra Civil española) para volver a la escritura de novelas después de un parón de años. Como casi siempre en su narrativa, en este libro encontramos héroes resueltos que encarnan las virtudes más excelsas del ser humano: valor, inteligencia, sensibilidad…; todo ello acompañado de una trama en la que los episodios con más acción se alternan con la cuidadosa preparación de un plan que no saldrá conforme a lo esperado.

Robert Jordan, un dinamitero estadounidense, es enviado a una región montañosa cerca de Segovia para volar un puente crucial en el desarrollo de un contraataque de los republicanos; para ello se pone en contacto con un grupo de milicianos que conocen la región, con la esperanza de que le ayuden en su reconocimiento del terreno y en la acción final. En ese grupo conocerá a María, una joven represaliada por los fascistas, de la que se enamorará perdidamente, y también trabará fuertes lazos con algunos de los otros miembros de la banda.

En el prólogo a esta edición se menciona que Scott Fitzgerald, gran amigo de Hemingway, dijo de Por quién doblan las campanas que era «un libro absolutamente superficial», y no se puede estar más de acuerdo con ese juicio. La novela es un cúmulo de tópicos de toda clase y sus personajes parecen delineados sin la más mínima profundidad; en concreto, Jordan se nos presenta como un superhombre sin fallo alguno: no sólo es experto en su trabajo como dinamitero, sino que domina todas las habilidades imaginables a un nivel excepcional. El resto de secundarios no le van a la zaga, ya que todos ellos son mostrados con un esquematismo rígido y ramplón, que los reduce a meros arquetipos que cumplen una función muy concreta dentro de la narración.
Así, María es simplemente la pobre y desvalida chica que no ha conocido el amor hasta toparse con el protagonista. Pablo, el líder de los rebeldes, es un hombretón recio y de pocas palabras que no parece temer a nada. Pilar, su compañera, es la mujer curtida que actúa como la voz de la conciencia para todos sus compañeros. Y un largo etcétera que podríamos ampliar hasta incluir a todos los personajes que aparecen en un momento u otro.

Además, hay que añadir que algunos pasajes en los que se utiliza el monólogo interior son desastrosos, por no decir cosas peores. El talento de Hemingway para la introspección es nulo, por lo que los extractos en los que Jordan habla para sí son inanes, burdos e infantiles.

La mejor (y, a juicio de uno, única) baza del libro estriba en el dinamismo que imprime el autor a la trama. Hemingway tiene muy claro lo que quiere contar y la narración hace gala de un ritmo sostenido que empuja a la lectura. El desarrollo de los acontecimientos a lo largo de los tres días en los que tiene lugar la acción es continuo y el interés no decae en ningún momento, más allá de puntuales pausas en el texto. Este punto consigue levantar un poco el nivel general y hacer de la lectura un placer ligero.

¿Resultado? Por quién doblan las campanas recoge lo mejor y lo peor de un narrador que suele polarizar a sus lectores; no está mal como mero entretenimiento, pero no se puede sacar nada más del libro. Las virtudes que puedan atribuírsele están, posiblemente, más presentes en la mente del lector que en el propio texto. Sólo para incondicionales.

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11 COMENTARIOS

  1. Si bien la concreción que lleva a generar una opinión literaria crítica acerca de una obra de interés literario como es la novela de Hemingway debe abordarse desde una posición mucho más profunda y estudiada que muchas de las conclusiones a las que se ha llegado mediante esta reseña. Inicialmente, la alusión a una cita/frase de Fitzgerald en relación a una amigo íntimo como fue Hemingway no retrata una crítica mordaz frente a una novela «pobre» sino a la discrepancia en cuanto a la construcción novelística y la forma de abordar un tema en concreto.
    En cuanto al análisis de Robert Jordan el autor de la reseña se olvida de comentar ciertos parámetros de no menor importancia con el protagonista, entre ellos, la complejidad ideológica que nos ofrece un personaje como Jordan donde en los tres días que narra la novela, pasa de un férreo comunista a un hombre lleno de dudas, no solo en cuanto a la ideología, sino al propio país y la convicción política que ha producido en él trasladarse hasta España para combatir contra el fascismo.

    Por otro lado, dudo de la pobreza del monólogo interno de Jordan, la exposición total de su flujo de conciencia sin la mera omisión de pensamientos intrusivos o erróneos que él mismo se va autocorrigiendo a medida que serena su personaldiad frente al despropósito de la situación que vive.

  2. Al leer esta obra puedo decir que esperaba mas de Hemingway, crecí escuchando sobre su magnificencia y yo hasta un punto llegue a idolatrarlo. Pero este libro me dejo un sinsabor en la boca,la prosa es excelente, los monólogos de Jordan me parecieron buenos y entretenidos .Los personajes secundarios no fueron profundizados y especialmente Maria me molestaba cada vez que aparecia. La trama fue muy lenta para mi gusto y concuerdo con el autor de esta resena con el super hombre sin fallas que jordan pretendio ser.
    Si de un numero fuera le daria un 5.

  3. […] Por quién doblan las campanas, de Ernest Hemingway: Una reseña a la que recomiendo porque el autor se atrevió a jugársela. Criticar tan abiertamente a un premio Nobel de literatura, además de a uno de los escritores más importantes del siglo XX, no es fácil. Pero el Sr. Molina lo consigue con fundamento. Por más de que no estemos de acuerdo con su opinión (queremos a Hemingway, lo queremos mucho), es destacable por su valentía y por defender su opinión contra la mayor parte de los críticos. Mariana para Blog de Libros 09/10/2011 | Lo mejor de la quincena […]

  4. Me gusto este libro y mejor me parecio » El viejo y el mar «.- En narracion me parecen muy buenos libros.- Si bien uno politico y el otro me hizo vivir la situacion.-Grcias

  5. ¡Alucinante reseña!
    ¿De verdad que ha leído el libro? Porque creo que no ha comprendido nada.
    Por supuesto que Fitzgerald consideraba la obra superficial, lo que no le resta ningún atributo, ya que Hemingway nunca quiso ser Fitzgerald.
    No ha comprendido la fragilidad de María, el miedo de Pablo y sus tentaciones a la traición, la desesperación de los que no tienen nada que perder, el sometimiento a las ideas políticas utópicas, el sacrificio de la carne de cañón, las críticas a la jerarquía militar y su burocracia,….no ha comprendido nada de la novela.

  6. Desconozco cuales son sus antecedentes para prejuzgar el contenido de su crítica. En verdad su comentario me parece propia de un principiante o de alguien quien no conoce la literatura de Hemingway.
    Me permito decirle que la literatura de entretenimiento no es una mala palabra. ¿Qué es sacar más de un libro?. Usted debe ser de esas personas que creen tener la tutoría del saber. El mundo está lleno de criticones. De eso doy fe. Hace más de treinta años soy investigador hemingwayano.Le puedo asegurar que la obra del norteamericano es una de las más leídas en el mundo. Este año se cumplen 50 años de su muerte y se lo recuerda en todo el planeta.En el Japón, para dar sólo un ejemplo, el libro «El viejo y el mar» es de lectura obligatoria en la enseñanza primaria. Me pregunto:¿ Usted leyó toda la obra de Hemingway? o simplemente como «entretenimiento» corrió las páginas de manera apresurada de Por quién doblan las campanas.
    Lo invito a conocer mi blog; http://www.lapipadehemingway.blogspot.com sin ninguna jactancia. Espero su respuesta.

    • Sr. Gatti, ceo que la reseña del Sr. Molina es muy respetuosa y no hace falta enfadarse ni acudir a descalificaciones (principiante, criticón, persona que se cree tener la tutoría del saber) para mostrar su desacuerdo. Si usted es un experto debe respetar la opinión de otros que sin pretender serlo expresan con argumentos sus impresiones de lectura. Que a mucha gente le guste Hemingway no significa nada. A mi, por ejemplo, este autor no me gusta, creo que está sobrevalorado en un contexto histórico que lo ha mitificado: artista bohemio en París, mujeriego, bebedor, amante del boxeo y los toros, un héroe de la primera mitad de siglo xx que pone la guinda a su atribulada vida suicidándose. Su estilo narrativo para mi es pobre, sin fuerza, plano, y centrado en el desarrollo superficial de tópicos aventureros y románticos. Pero es solo la opinión de un simple lector que respeta las de muchísima gente que como usted aprecia la obra de este autor.

  7. Tengo en mis manos una vieja edición de este libro (Círculo de Lectores 1972,con traducción de Lola de Aguado),que leí siendo un chaval. Han pasado muchos años, y aunque la memoria juega a veces malas pasadas, lo tengo ubicado como una de mis lecturas preferidas de juventud.

    Con posterioridad han llegado a mis oídos críticas, tan o más adversas que las de la reseña: panegírico ramplón de las Brigadas Internacionales, novela de aventuras mal escrita, una de las peores obras de Hemingway…, pero nunca me ha importado, siempre me ha quedado el recuerdo de los ratos placenteros que su lectura me deparó, hace muchos años. Mas allá de si la novela es buena o mala, lo importante para mí es la labor que, éste libro y otros más, desempeñaron: despertar la mejor de todas las aficiones, la lectura.

    Por ello, y también para no correr el riesgo de echar por tierra esos recuerdos, tan gratos para mí, no volveré a releerlo. Hay muchas perlas escondidas que aún están esperando ser descubiertas.

    Cordiales saludos a los seguidores de solodelibros

    • Volver a leer Paris era una fiesta me gratifico como la primera vez. Yo aunque sea leeria un poquito de Porque doblan las Campanas. Bioy decia, que al esribir una biografia o una critica habia que sentir al menos un poco de simpatia por el escritor, no se si esta critica posee esas cualidades.

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