Guerra y paz – Lev N. Tolstói

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Guerra y paz - Lev Tolstói¿Puedo decir una vez más que es necesario e imprescindible leer a los rusos? No sé cuántas veces he escrito esta misma frase en otros comentarios a otras lecturas, pero no me cansaré jamás de repetirla. Y es que con cada nueva lectura de uno de los clásicos rusos, Chéjov, Dostoievski, Gógol, Tolstói… más patente me resulta el hecho de que la literatura de estos autores es insuperable.

Guerra y paz (1869), del ínclito Lev N. Tolstói, es un clásico de la literatura universal cuya lectura no defrauda y cuya fama hace justo honor a su grandeza. Sumergirse en su lectura es sumergirse hasta el cuello en un delicioso baño de excelente literatura. Las mil historias que se desarrollan en sus páginas, la hondura de los planteamientos morales o sociales que se plantean, embargan al lector, lo elevan en un torbellino que sólo lo devuelve al suelo al concluir la última página. Es uno de esos libros que, al terminarlos, provocan deseos de abandonar la vida de lector, pues ya nada estará a la altura de lo que acabamos de leer.

Guerra y paz narra las vidas y vicisitudes de los componentes de varias familias aristocráticas rusas entre 1805 y 1815, durante las guerras napoleónicas. El libro alterna la descripción de la brillante pero tal vez vacía vida de la aristocracia moscovita y peterburguesa: las cenas, los bailes, las partidas de caza, con la dura pero feliz vida en el frente, con precisas descripciones de las batallas de Austerlitz y Borodinó.

Pero naturalmente, la novela va más allá de la mera descripción costumbrista y brillan en ella las disquisiciones morales, a veces puestas en labios de los personajes, a veces en boca del propio autor. Agrada la mezcla acertada de cierto pesimismo que transpiran los personajes, que se muestran insatisfechos, desilusionados, incluso cínicos; con la idea de que a pesar de todo, la esperanza subsiste y el hombre jamás se puede librar de ella, pues siempre, entre las ruinas de sus ilusiones, encuentra los materiales con los que construir ilusiones nuevas.

Lo grandioso, en mi opinión, de los rusos, es la absoluta sencillez con la que saben reflejar la esencia del hombre, con todo lo bueno y malo que en nosotros hay. De tal manera que cualquier lector que se acerque a su obra puede comprender y reconocerse.

Resalta en esta obra el marcado carácter antibelicista de la misma. Tolstói conoció de primera mano las miserias de la guerra y tanto en Guerra y paz como en otras obras, plasmó la idea de lo atroz de enfrentar hombres contra hombres en aras de unas ideas que ni sus propios promotores alcanzan a comprender. En la novela, Tolstói promulga la idea de que toda la historia de la humanidad es fruto del más puro azar. Las grandes batallas que el autor describe son igualmente fruto del azar y su explicación sólo puede ser dada a posteriori, a la luz de los acontecimientos ya acaecidos. Entonces es cuando los generales y próceres de la patria arriman el ascua a su sardina para dejar constancia de su saber hacer y conseguir medallas y méritos. Para Tolstói, los verdaderos héroes de toda guerra son los soldados anónimos que pusieron sus vidas en manos de la fortuna para el desarrollo del acontecer histórico, que sangraron, sudaron y temblaron, pero de cuyos esfuerzos la Historia no tomará constancia.

No quiero cerrar esta ya larga reseña sin dejar constancia de la pésima traducción de Mondadori, a cargo de Gala Arias Rubio, y de la necesidad de que ésta y otras editoriales cuiden más sus ediciones. Permitidme que usurpe el papel del Consumidor Irritado, para decir indignada que no está de más pagar a un corrector de estilo y a otro ortotipográfico que pulan los textos, de manera que éstos no sean una ofensa para el lector. Más aun cuando no es esta una edición de bolsillo, antes al contrario, por lo que creo que un poquito de calidad es perfectamente exigible.

Leed Guerra y paz. Pero buscad una edición que no sea la de Mondadori, pues la pésima traducción hace que se pierda mucha de la belleza de sus páginas.

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87 COMENTARIOS

  1. Buenas noches.
    Quisiera por parte de los insignes lectores de las obras de Tolstoi que visitan este blog que opnion les merecen los siguientes traductores:
    – Jose Lain Entralgo
    – Ricardo San Vicente
    – Rafael Cansinos Assens
    – Bela Martinova
    Pues ante la polemica por las traducciones, busqué los principales traductores de mis libros de Tolstoi, Dostoievsky y Chejov, muchos de los cuales no he leido aun (los tengo esperando como suculento plato), y me preocupa llevarme un chasco o que la narracion pierda fuerza por una mala traduccion.
    Mi otra pregunta: Que tal son los traductores de las obras de Turgueniev de las bellas ediciones de Editorial Alba?
    Les agradezco a todos.
    Un saludo desde Colombia.

    Enrique J

    • Buenas, Enrique:
      En cuanto a los traductores:

      -José Laín Entralgo: su traducción de «Guerra y paz» es la que se ha considerado canónica durante décadas.
      -Ricardo San Vicente: excelente traductor.
      -Rafael Cansinos Assens: sus traducciones han quedado muy desfasadas.

      Las traducciones de Alba editorial son muy buenas, y las de Turguénev excelentes.

      Saludos,
      Ana

      • Buenas noches Ana:
        Quedo sumamente agradecido por la información.
        Pero me preocupa una cosa. Mi versión de «Crimen y Castigo» es de Rafael Cansinos. Que otra versión (editorial y que traductor) recomiendas?
        PD/
        Que maravilla leer Turgueniev en edición de Alba editorial! Gracias por el estímulo. A partir de ahí he conocido al gran Victor Gallego, de quien he leído su traducción de Hadji Murad.

        Saludos,
        Enrique

  2. Estoy en una situación similar. He leido Ana Karenina en la version para Kindle que conseguí en Amazon. Me ha parecido una buena traducción, y el libro, por supuesto, magnífico. Sin embargo todos los comentarios que he visto de las ediciones que ofrece Amazon de Guerra y Paz indican que estas son muy malas. ¿ Cómo y dónde puedo conseguir una buena edición electrónica ? ¿Funcionaría en el Kindle? Muchas gracias.

  3. Marta, la traducción de Lydia Kuper (de la editorial el Aleph) tiene el fastidio, según me han comentado, de que las traducciones del francés (muy abundantes en este libro) no están a pie de página, sino al final. Solo por esto, prefiero la versión de la editorial Alianza, traducida por Irene Andresco Kuraitis y Laura Andresco Kuraitis.

    • Gracias Paco. Al final lo conseguí en electrónico. Efectívamente, es un engorro las notas al final del libro. Usaba el movil para leerlas al mismo tiempo que tenia el libro en el E book(¡…..!!). Terminaré comprando la edición de Anaya, es un libro que me ha maravillado y voy a necesitar más lecturas para poder tener una mejor perspectiva de esta obra maestra.
      Tolstoi se ha convertido en uno de mis escritores favoritos, acabo de comprar » El reino de Dios está en vosotros», y creo que este ensayo ( filosófico/ religioso) no se va a quedar por detras de sus habilidades como novelista.

  4. Estoy a la busca y captura de la traducción de Lydia Kuper, ….¡¡que me es misión imposible de conseguir!!!…hasta que no llegue a mis manos no pienso abordar la lectura de este clásico que está en la cabeza de mis prioridades. Despues de leer Anna Karenina en la traducción hecha para Alba Clasica ( por Victor Gallego) he aprendido a apreciar a la persona que traduce y no me conformo con cualquier edicion, y mucho menos con el precio que pagas a veces por ellas.

  5. Me confieso absolutamente encantada con el príncipe Andrei……aunque sólo me leí la paz y la guerra sólo en ocasiones….me gustó bastante…..

  6. Aviso al navegante: en español solamente se puede leer la edición de El Aleph. Por un lado, es la única completa y terminada: la de Mondadori es un borrador en la que el desenlace es completamente diferente (y que debería haber presentado la editorial como un objeto de culto para los tolstoístas, y no como la novela en sí); y otras ediciones recortan la novela quitando páginas enteras y los epílogos. Por otro, es la mejor traducción, aún con fallos (pero no tan garrafales como otras) y el juego entre el ruso y el francés (que se hablaba en las altas esferas rusas) es todo un logro y transmite la paradoja de un pueblo luchando contra aquello -la civilización francesa- a lo que poco antes admiraba.
    Lo mejor de la edición es lo cuidada que está: encontré solamente una errata tipográfica en las 1800 páginas, letra a tamaño 12, buen papel, etc.
    Leer otra edición es, sencillamente, una equivocación de tomo y lomo.

  7. Nunca pude concluir Guerra y Paz, me estanque en la descripción del campo de batalla en Borodino, sencillamente me agoto. Creo que retomare su lectura.

    • Por fin pude concluirla, sencillamente una de las mejores lecturas que he dado en toda mi vida. Sencillamente una obra que si o si hay que leer.

  8. Nadie habló de este periodo de las guerras napoleónicas como lo hizo Tolstoi. Pocos escritores de ficción han sido tan inteligentes a la hora de lidiar con la historia y con personajes reales. Qué lo diga la pobre Sofía -su esposa- que tuvo que copiar siete veces el manuscrito.

  9. La edición de Porrúa, editorial mexicana, me parece bastante buena. A pesar de que la editorial es económica y estar dirigida a los bolsillos no muy abultados, las ediciones son muy cuidadas, tienen traducciones soberbias y prólogos maravillosos, a veces estudios, como en el caso de Kafka, que en un volumen cuenta con un estudio preliminar de Adorno.
    Apenas voy en la página 56, la comencé antes de ir al trabajo, y hasta ahora me parece monumental. Sólo hay un problema que yo le veo, las cientos de frases en francés que pululan por los diálogos de la burguesía rusa. A mí en lo personal, el francés no me cuela, no me gusta, no me agrada y verlo a cada momento… es terrible. A pesar de todo, es una forma veraz de entender a la burguesía zarina, a la clase alta de Rusia en ese momento histórico.

    Por lo demás, ya estoy ansioso por llegar a las batallas de Borodino y Austerlitz, por conocer las descripciones de Napoleón y por llegar a la peste, la enfermedad y el caos de los campos de batalla, aunque este se lleve a cabo en las reuniones sociales.

  10. Por fin una edición cuidada de Guerra y Paz en español. Traducción de Lydia Kúper. El Aleph Editores del Taller de Mario Muchnik. Ve la luz por primera vez en 2010 y se reedita dos veces en 2011. Quienes quieran leer el monumento, que echen un vistazo a esta edición antes de comprar.

  11. Acabo de terminar el libro, traducido por Gala Arias Rubio,editorial DEBOLSILLO año 2007 y confirmo que es un texto con bastantes fallos.
    Además parece que el final está truncado, no estoy seguro. Una pena.

  12. Chicos, quienes son ustedes para hablar como pedantes profesores de literatura? Guerra y Paz es un monumento, Bellisimo! Aunque sin la perfeccion absoluta de Ana Karenina.

    Resurrecion? es un lugar comun decir que no es una obra digna de Tolstoi. Simplemente se trata de un hecho ocurrido, que solo los rusos pueden compartir. las almas humanas. Criticar Resurreccion es de almas congeladas.

    Nada en literatura es comparable a las obras de Tolstoi, salvo la obra maestra de la humanidad: Don Quijote de la Mancha, de Cervantes

  13. Hace unos días terminé la lectura de esta obra maestra. La he leido en la versión de Mondadori y estoy, en parte, de acuerdo con algunos de los comentarios críticos, muy críticos, acerca de la traducción. En efecto, tiene errores de sintaxis, ausencia constante de tildes y una aparente banalización del discurso del autor. No conozco el idioma ruso y, por tanto, no puedo tener una idea directa de cuál es estilo de Tolstoi, pero comparando con otras versiones, puedo concluir que la traducción de Gala Arias no me parece tan infiel. Es decir, parece ser que el Tolstoi narrador es llano, directo, poco adjetivado y en ocasiones repetitivo en la exposición de ideas. En este sentido, la traducción de Mondadori, con sus errores, insisto, va en esa dirección, en el transcurso directo de los hechos, en la objetiva descripción del marco histórico, sin aspavientos, sin virtuosismos. Esta mole de novela es eso, una mole de literatura. A pesar de no ser la edición definitiva (parece que esta versión respondo a un primer borrador) no me parece un desacierto hacerse con ella, leerla de un tirón y dejarla en la recámara de nuestro intelecto (es difícil que se olvide por completo) para pasados unos años, leerla en su versión más larga, con sus epílogos y capítulos ampliados (unas 600 págs. más). Después de una 1 mes de lectura de Guerra y Paz, tras disfrutar de las tramas y de su happy end, ¿qué me leo yo ahora?

    Saludos

  14. Saludos. hace poco termine de leer Guerra y Paz de editorial mondadori. tuve oportunidad de compararla con otra edición diferente y me llevé una gran sorpresa al ver que cambiaban muchas cosas respecto a la que leí. Un par de personajes que terminaban vivos en la de mondadori, morían en otras ediciones… qué pasa? Ahora después de milcientosetentaycuatro páginas me entero que es una versión inedita (aclaro que no lo sabía porque el libro ya no tenía sus pastas originales).
    Ahora leo las últimas trescientas páginas (aprox.) de Guerra y Paz de editorial Bruguera de España de 1980(aprox.)y noto muchas diferencias respecto a la de mondadori.
    En lo personal me agrada más la de Bruguera. La de Mondadori tiene parrafos un poco más complicados de comprender.
    Me descontroló mucho ver cosas diferentes en una y otra publicación, porque uno piensa que a pesar de ser diferente traducción debería ser más o menos lo mismo ¿no?
    Bien, a grandes rasgos esa es mi experiencia, sólo me resta decir que he y sigo disfrutando la lectura de Guerra y Paz, y de sus personajes. Y en mi opinión personal, yo recomendaría otras ediciones de Guerra y Paz antes que la de Mondadori. Gracias por leer, salu2.

  15. Acabo de terminar Ls Guerra y la Paz y me encantó. Es de Editorial Porrúa. Con Introducción de Eva Alexandra Uchmany, muy interesante. Un Apendice en donde León Tolstoi responde a la pregunta de que es para el esta obra,» ¿Qué es La Guerra y la Paz? No es una novela, mucho menos un poema y menos aún una crónica histórica. La guerra y la paz es lo que el autor quería y podía expresar en la forma en que está expresado. » Y sigue el platicando. Ya era admiradora de Tolstoi cuando leí Ana Karenina. excelente también.

    • GRACIAS POR LA RECOMENDACIÓN DE LA GUERRA Y LA PAZ EN LA TRADUCCIÓN DE PORRÚA.
      ESTOY EN BUSCA DE UNA BUENA TRADUCCIÓN (VERSIÓN ÍNTEGRA) DE LOS MISERABLES DE V. HUGO, ¿QUIÉN ME RECOMIENDA ALGO?
      Y OTRA COSA, SALVO PORRÚA CASI NO HAY EDICIONES CIRCULANDO EN MÉXICO

  16. Lo que creí entender en los comentarios es que están diciendo que los traductores de la novela no la han hecho bien.He leído que,en muchas traducciones de La Guerra y La Paz es que no ha sido completada la traducción y,están mal traducidos (no tienen el vocablo perfecto).Les recomiendo que traten de conseguir a esta novela editada por la editorial mexicana «Málaga»,del tradusctor Florentino M. Torner.Está perfectamente editada,lo digo porque la he leído.Traten de conseguirla es un libro hermoso nunca he leído nada como la Guerra y La Paz.

    «Mis saludos».

  17. Quería compartir mi desilusión al comprobar, comparando por pura casualidad la edición de Guerra y Paz comentada aquí con una traducción italiana de bolsillo, que había una falta de ética fundamental. Y cuando me refiero a ética estoy hablando de aclarar en un prólogo, estudio, o lo que sea, las condiciones de la traducción: si es traducción del original o de otro idioma; si hay algun aspecto importante o decisión que han tomado los traductores y que pueda interesar al lector; si hay algun aspecto semántico de la traducción que pueda afectar a la lectura del texto. Pues en ese sentido la versión de Gala Arias Rubio no cumple con una mínima ética. O mejor dicho, la edición de Mondadori, de la traducción de Rubio, no es éticamente correcta. Básicamente se presenta como una versión inédita pero en ningún sitio explica cómo ni por qué lo es. En segundo lugar no queda claro si es una traducción del original ruso, o de qué original ruso; y si no lo es, entonces la indicación de qué texto traducido estamos leyendo. Y en tercer lugar, es importante indicar que en la presentación de textos traducidos al castellano que originalmente estaban escritos en francés o alemán (sin ningún tipo de indicación o nota), se produce una importante modificación y perdida de sentido del contexto social y político de la novela. Y quiero aclarar que esto no lo digo por purismo. Lo digo simplemente porque en todo caso si estas cuestiones están aclaradas de antemano un puede elegir comprar o no comprar un libro que cuesta 35€. Que cada uno lea la versión que le guste más y que le resulte más agradable, pero al menos sabiendo qué versión tiene delante. Y esto es una cuestión de ética de los editores y las editoriales.
    Alguien me dijo que el libro es bueno y muchas generaciones lo han leído sin saber que había partes en diferentes idiomas. Pero me pregunto si eso es una justificación para seguir sin saber del todo qué texto es el que uno está leyendo y en todo caso qué es lo que se está perdiendo (y si de verdad se lo quiere perder).

  18. Siento no estar de acuerdo con los comentarios sobre la traducción de Gala Arias de la obra «Guerra y paz» , no siendo un entendido en literatura no me han pasado por alto todos los detalles de la reseña de la Sra. Castro quien no creo haya sostenido en sus manos ni la traducción de Laín Entralgo ni la versión en catalán de carles Capdevila. Buena o mala la traducción creo que es fiel a la aspereza de los tiempos narrados ya sea tiempo de paz o de guerra.

  19. Aterrizo por casualidad en esta página, después de unos años sumergido en lecturas de clásicos rusos. Hay perlas y exquisiteces que se degustan con imperativa parsimonia, como dos dedos de agua que quedaran en un vaso cuando uno está sediento; en cambio, la literatura rusa viene a ser como encontrarse con un lago entero de agua cristalina estando muerto de sed. Como mucho, lo que se lamenta es no tener más sed todavía.
    La lista de «mis» autores rusos no es la que se menciona en el texto, pero qué más da: en un lago cabe tanto…
    Y sobre traducciones: decía mi madre, que era traductora, que para asegurar el tiro fuera a traducciones francesas. Cuánta razón tenía. Lo malo es que hoy ya no se lleva saber francés, es mejor saber inglés para leer los manuales de instrucciones de aparatos diversos.

  20. Estoy terminando de leer La guerra y la Paz y la traducción me parece bastante deficiente. hay muchos párrafos que es difícil de entender, pero el libro es extraordinario; al mismo tiempo estoy viendo la película rusa, de hace bastantes años y que dura unas ocho horas. Así creo completar una total visión de la obra.
    Emilio

  21. Ahora mismo estoy inmerso en su lectura, totalmente absorvido por la cuidada narrativa de Tolstoi. Una novela muy muy superior a la aburrida Resurreción. me alegro de haberle dado una segunda oportunidad a Tolstoi.

    De acuerdo con la tradución de Gala Arias. Muchos errores y frases donde no acabo de encontrrles el sentido, como traducidas fuera de lugar o demasiado textuales. Supongo que no debe ser fácil, pero algunos parrafos no hay por dopnde cogerlos.

  22. Completamente de acuerdo sobre la pésima traducción de doña Gala Arias. Mala sintaxis, faltas de ortografía, ¡hasta «preveyendo» escribe la buena mujer!Ojalá hubiese leído antes este blog…

    Saludos.

  23. He oído hablar muchas veces del alma rusa, de su especial acervo espiritual, su peculiar sentir y carácter, se dice que es melancólica, suspicaz, resignada, pesimista, orgullosa…, características todas, si se analizan en conjunto, bastante alejadas de las que nos son propias por costumbres y educación; y sin embargo, a pesar de ese abismo cultural, no existen autores en la literatura universal que me conmuevan tanto como los surgidos de ese pueblo eslavo.

    Da lo mismo el autor al que me lleve mi lectura (el ramillete escogido en la reseña es válido y representativo), la obra de todos ellos posee siempre un mismo rasgo común muy importante en la creación literaria, un rasgo simple pero difícil de alcanzar precisamente por su simplicidad (muchos escritores lo persiguen durante toda su vida sin lograr conseguirlo jamás): la humanidad que adorna a todos sus personajes.

    Con “Guerra y paz”, Tolstói consigue, una vez más, completar un elenco de protagonistas perfecto, unos seres próximos al lector que rebosan precisamente de esa cualidad. Unos personajes de carne y hueso que desnudan su interior ante nosotros, huyendo de cualquier artificio o impostura, y que el autor ruso maneja de manera impecable, con una sutileza y maestría que solamente a él les son propias, hasta conseguir, en mi opinión, la novela coral más perfecta jamás escrita.

    Se nos hacen patentes su arrojo pero también su cobardía en el momento de la batalla:

    “Sacó la pistola y en vez de disparar la tiró contra el francés y salió corriendo cuanto pudo hacia los matorrales. No corría ahora con aquel sentimiento de incertidumbre y deseos de lucha que experimentara en el puente de Enns, sino con el de la liebre acosada por los perros. Tan sólo el temor por su vida joven y feliz llenaba todo su ser.”

    Sus crisis espirituales que los lleva a interrogarse sobre el sentido de la existencia y la idea de Dios, preocupaciones permanentes tanto en la vida como en la obra de Tolstói:

    “Qué bien si todo fuese tan claro y simple como le parece a mi hermana – pensó al ver la imagen que ella le había puesto con tanta piedad y fe -. ¡Qué hermoso sería saber dónde hallar ayuda en esta vida y qué es lo que nos espera después, más allá de la muerte! ¡Qué feliz y tranquilo me consideraría ahora si pudiera decir: Señor, ten piedad de mí!… Pero ¿a quién se lo voy a decir? ¿A la fuerza indefinida, inconcebible a la que no puedo acudir, ni puedo siquiera expresar con palabras, que es todo o nada – se decía el príncipe Andréi – o bien al Dios que está cosido aquí, en este escapulario que me entregó mi hermanita?

    A lo largo de una decena de años, somos partícipes de la vida de dos familias aristocráticas rusas, los Bolkonski y los Rostov, su historia desgranada día a día nos lleva a fiestas deslumbrantes llenas de boato y lujo, entramos en la antesala de un poder donde prima sobre todo la intriga y la adulación, participamos en cacerías en las que los nobles dan el mismo valor a una buena perra de caza que a tres familias de siervos, asistimos a las campañas napoleónicas y a sus feroces batallas (Austerlitz y Borodinó), narradas con un realismo tan sólo igualado por Victor Hugo, en su novela “Los miserables”, con la magistral descripción de la derrota de Waterloo. En estas peripecias participan desde el más miserable de los “mujiks” hasta el mismísimo emperador Napoleón Bonaparte (llama notablemente la atención, el papel tan activo de que dispone en la trama en comparación con el zar Alejandro, mientras el primero se imbrica con los personajes y participa de largos diálogos, este último aparece casi como una figura espectral incapaz de articular unas pocas frases, sin que lo acongojen la emoción y las lágrimas).

    A los pensamientos de los protagonistas suma el autor los suyos propios. Así, el relato aparece salpicado aquí y allá de reflexiones que, por huir de la mera digresión, no hacen sino reforzar el hilo conductor de la trama. En ellas, Tolstói presenta la guerra como la mayor aberración posible para el entendimiento: “un acontecimiento contrario a la razón y a toda la naturaleza humana” en el que todos los actores, desde el más insignificante al más importante, son culpables: “Las decisiones de Napoleón y Alejandro, de cuyas palabras dependía, al parecer, la realización o no realización de la guerra, eran tan libres como las de cualquier soldado que tomaba parte en la campaña o por sorteo o reclutamiento”.

    Aparece así el germen de las ideas que marcaron los últimos años de la vida del autor ruso, en las que abogaba, entre otras cosas, por la abolición de las instituciones militares. La editorial Kairós publicó en enero pasado el ensayo “El reino de Dios está en vosotros”, que Tolstói escribió unos años antes de su muerte; su lectura es interesante y sirve para conocer la evolución y el ideario de un genio, siempre preocupado por el ser humano, y al que muchos tildaron en su momento de místico e iluminado.

    Cordiales saludos a los seguidores de solodelibros

  24. Cuando escribí mi último comentario, ilusionado con la compra de «Guerra y paz», era ajeno a la tremenda polémica que había levantado el consejo de la reseña sobre su traducción. Hoy me he pasado un buen rato, leyendo comentarios, réplicas y contrarréplicas y, sin querer ahondar mucho en todas ellas (algunas son especialmente agrias), si quisiera decir:

    -Que la opinión de solodelibros me merece siempre un gran respeto, aunque en contadas ocasiones no esté de acuerdo con ella. Y ,por lo tanto, me «quedé» con el nombre de Gala Arias Rubio.

    -Que leo mucha literatura rusa y soy bastante escrupuloso en la elección de las traducciones. Siempre procuro recurrir a cinco nombres: Juan López-
    Morillas, Lydia Kúper de Velasco, Victor Gallego Ballestero, Ricardo San Vicente y, en menos medida, Augusto Vidal. Con ellos, siempre acierto.

    Cordiales saludos a solodelibros

  25. Acabo de comprarme hoy mismo Guerra y Paz, una de las pocas obras que me quedan po leer de Tolstói(terrible que sea precisamente ésta,¿no?).
    He adquirido la nueva edición publicada por el Taller de Mario Muchnik, con traducción de Lydia Kúper de Velasco; recuerdo su trabajo en Oblomov de Iván Goncharov, y me gustó.

    Ni que decir tiene, Sra. Castro, que me he fijado muy mucho en su recomendación sobre la edición de Mondadori.

    Las vacaciones de septiembre se dedican integras a Guerra y Paz, casi 2000 páginas dan para mucho.

    Cordiales saludos a solodelibros.

  26. El otro día me pidieron que hiciera una lista de cien libros imprescindibles. Tardé mucho tiempo en hacerla pero al final- y con mucho- la literatura que más representantes tenía era la rusa: ‘Ana Karenina’, ‘Guerra y Paz’, ‘Crimen y Castigo’, ‘Los hermanos Karamazov’, ‘El Idiota’, ‘Los Demonios’, ‘Oblomov’, ‘Almas Muertas’, ‘Yevgueni Oneguin’, ‘Suelo Virgen’,…
    Inconmesurable: Algo que me admira de la literatura rusa es como narrando algo tan lejano a nosotros en el aspecto formal (la vida de los salones, la problemática de los mujiks, etc.) consiguen hacerse tan sobrecogedoramente cercaos.

  27. respeto tu opinion en cuanto a esta novela, en verdad , tenia grandes espectativas en torno a ella, la cual no fueron cubiertas del todo en lo personal , no digo que es mala ojo no me malinterpretes, te explico xq surge en mi esta opinion ,habia previamente leido «los miserables» y «don quijote», ambas novelas grandiosas , mas a mi entender la primera es sencillamente genial, significo para mi esta lectura estar en la mente de un genio, y me refiero a victor hugo,.., asi q surgio en mi compararla con otras referencias literarias universales,y vi en tolstoi una forma de hacer este estudio…, no encontre esos elementos geniales, heroismo, misterio, desarrollo de los acontecimientos, algo de esoterismo propio de la escuela filosofica rusa, por ello mi decepcion , ademas lo de la editorial que le quita magia a la novela , lo descarte un poco , ya que baje 2 versiones de la misma y ambas eran identicas, asi que descarte eso,….pero si me ha sucedido que algunas editoriales publican libros resumidos quitandoles la esencia propia de el mismo…sin mas que decirte encantado de compartir con personas que se recrean en la lectura , arte tan poco apreciado en la era actual, y espero algun dia compartir con ustedes un libro de mi propia autoria, desde venezuela con cariño manuel castellano

    PAZ Y EMPATIA
    QUE LA DIVINA PROVIDENCIA LOS ILUMINE EN SU LARGO CAMINO ESPIRITUAL Y POR ESTA PASAJERA VIDA

  28. En la portada de Mondadori aparece debajo del título: «Versión inédita». El hecho de que sea verdad no los excusa del todo porque, además de ser inédita, es una versión reducida y no definitiva. Creo que a cualquier lector le gusta leer un libro en la última versión que su autor estimó como válida, de ahí que esa indicación, la de «versión inédita» que emplea Mondadori en su portada, más que informar, encubre una realidad que limitaría sus ventas.

    Si andas despistado, te la cuelan.

  29. He disfrutado mucho de estas opiniones sobre las traducciones en general y sobre las de «Guerra y Paz» en particular. Me agrada leer una opinión inteligente. Tal vez disienta de algunas, pero la mayoría están, a mi simple juicio, muy bien escritas.

    Vivo en Bogotá (Colombia) y asisto a un grupo de lectura guiada. Por estos días estamos leyendo, precisamente, Guerra y Paz. Mi fuente de libros ha sido, y seguirá siendo, la biblioteca pública.
    Ignorante de las opiniones sobre versiones empecé a leer la traducción de Zoe Godoy. Esa, simplemente, no se la recomiendo a nadie.

    Cambié entonces de versión para leer la traducción de Gala Arias. Tuve que volver a empezar. La verdad, y como la única comparación que tenía era la de Zoe Godoy, me gustó y continué leyéndola hasta que se agotó el tiempo del préstamo. No pude renovarla y tuve que optar por la única otra que había disponible: la de Lydia Kúper.

    Lo que resulta evidente, y esto es sabido por todos, es que la Guerra y Paz de la traducción de LKúper es un libro diferente de la traducción de GArias. La traducción de LKúper es como un acorazado: de grandes dimensiones y sin fisuras. Es un libro delicioso de leer, los personajes están más a la mano y son más complejos, se conocen más. Y las digresiones del autor son más frecuentes y enriquecedoras que en la otra versión.

    Por eso, lo único que puedo decir es que la traducción de LKúper corresponde más a la idea que tenemos de Guerra y Paz. Es una traducción ajustada a su relevancia. La de GArias es una traducción de un libro diferente, previo, interesante para algunos por su valor histórico, pero que no se compara con la obra terminada.

    Buen día para todos.

  30. Cualquier editor por joven e inexperto que sea sabe perfectamente que una obra del tamaño de ‘guerra y Paz’ no se puede encuadernar con la técnica de ‘fresado y pegado’ es más que evidente que el sr. Muchnik sabía que al libro se le desprenderían las páginas. El problema es que la diferencia de precio en la encuadernación entre el cosido y el fresado es bastante.

    Yo creo que la lógica dice que en un libro de ese número de páginas ni siquiera se debería haber planteado la idea de no coser los cuadernillos. Especialmente Mario Muchnik que habla del amor y del cuidado que pone en cada uno de sus libros, etc…

    Pura palabrería y marketing. la realidad es, como se puede ver, otra.

  31. ya que quiero entrar con buen pie en la literatura clásica rusa… ¿alguien podría aconsejarme una buena edición (especialmente a nivel de traducción) de «guerra y paz»?. Muchas gracias

  32. Estoy leyendo esa magnífica obra de Tolstoi. Como a muchos, la buena publicidad en revistas literarias me inclinó por la adquisición de la edición del Taller de Muchnik. Edición en tapa blanda, 25 €. Mientras leía la segunda parte empezaron a despegarse las hojas. Al llegar a la tercera parte el libro se iba partiendo y las hojas caían cual hojas otoñales… En la librería donde lo compré -Casa del Libro (Barcelona)- muy amablemente me dijeron que pedirían a la editorial un nuevo ejemplar. Pasados los dias sin respuesta decidieron devolverme el dinero porque la editorial -un prodigio de excelencia empresarial según la prensa ya que la editorial, dicen, es un solo hombre, el sr Muchnik- no respondía a su petición, es decir, no se hacía cargo de su mal encuadernado libro.
    Resulatdo: librería Casa del Libro, bien ; Taller de Mario Muchnik, mal.
    Y también estoy de acuerdo con lo que se ha dicho en este foro sobre la no traducción de las frases en francés. Es ridículo no traducirlas. Quizá la traductora sólo cobraba del ruso. Tan ridículo como lo de que «no se hable en cursivas», un snobismo como otro.
    Al final compré la edición en tapa dura de Edicions 62, pero claro, traducida al catalán. Y me parece perfecta. Bien traducida y la hojas no se despegan, por 23 €.

  33. Soy librero. En referencia a la entrada de Sara, deseo indicar que la edición de Mario Muchnik se tiró en dos encuadernaciones distintas. Una, en efecto, se deshojaba; se trata de la rústica de tapa blanda, de hojas encoladas. La otra encuadernación, de tapa dura y cosida, es impecable y corrige ese lamentable defecto. El precio no varía apenas.

  34. Hola a todos:
    Yo personalmente prefiero la postura sobre la traducción que defiende Vladimir, pues una «buena traducción» que se preocupa más por cierta pulcritud en el idioma al que se traduce tiende a perder las cualidades y la riqueza misma de las versiones originales, a tal grado que el resultado muchas veces es que leemos más bien al traductor, pero el autor se ha perdido. Admito que las dos posturas tienen sus pros y sus contras y son válidas ambas (lo que Vladimir según entiendo también acepta). Ahora bien, me gustaría leer en este espacio comentarios sobre qué traducciones de La guerra y la paz se consideran buenas y por qué. ¿La de Mario Muchnik, la de la Editorial Aguilar, o alguna otra?
    Un abrazo.

  35. He leído la polémica en torno a la obra de Tolstoi. Me dispongo a leer una reciente edición (o reedición) de Grandes Clásicos Aguilar donde se asegura que es una «Versión directa del ruso, prólogo biográfico y notas por IRENE y LAURA ANDRESCO» y «con un estudio grafológico del autor por MATILDE RAS. Me gustaría leer algún comentario respecto de esta edición.
    Respecto de la polémica sobre las traducciones, más allá de las razones de unos y otros, me parece un regalo de la vida poder estar discutiendo en torno a las traducciones. He disfrutado mucho leyéndolas. Afectuosos saludos a todos !!!

  36. No voy a opinar aquí sobre el desacierto o no de las traducciones de «Guerra y paz».Quiero solamente expresar mi descontento y desilusión ante lo que ha sido la compra de «Guerra y paz»de Tolstoi.Hace tiempo que deseaba leer el libro y esperé la ocasión propicia para hacerlo.Tenía pensado adquirir una edicón de calidad para comprender bien todo el contenido de la obra.He aquí mi gran sorpresa y desilusión al comprobar que antes de llegar a la página 100 del libro, todas esas páginas se iban desprendiendo como si fueran arrastradas por un gran vendabal. El editor, Mario Muchnik, asegura en la última página el voluminoso libro que éstas «están impresas en papel (…) muy opaco y de alta calidad (…)el libro resulta a la vez barato, robusto y dócil al manejo».
    Pues bien,de nada sirven todas esas excelencias cuando las hojas se desprenden del tomo con tanta facilidad.Este hecho no me había ocurrido ni siquiera con las ediciones baratas compradas en mis años de juventud. Si bien es cierto que el papel utilizado para la impresión es de alta calidad, no lo es que la edición sea barata ni «dócil al manejo» teniendo en cuenta lo que ya he relatado.
    Hubiese sido una edición casi perfecta, de haber hecho una impresión también de calidad, esto es, cosiendo los pliegos y no cortádolos y pegándolos directamente sobrel el lomo.Lo cierto, es que, esto le resta todos los aciertos a la edición ( la traducción fiel del ruso,texto completo, etc). Ni siquiera las ediciones de kiosco, ni las de las tienas de segunda mano son tan pésimas como ésta.
    En vista de este suceso, he pensado devolverlo y exigir el importe abonado, pero es cierto que es más fuerte mi deseo de leerlo y me conformaré con expresar aquí, de esta forma, mi descontento y de paso, prevenir al lector sobre la compra de esta edición.
    «Guerra y paz» edición Mario Muchnik, rústica 26,50 euros.

  37. que torpe intento de volcar particularidades de un idioma a otro. ¡A ver a que castellano parlante se le ocurre asociar laísmo a gente del sur! ¿No era el sur el mundo que Faulkner escogió como universo novelesco? Y por último: no me reproches el alias firmando tú de la misma manera. Hale, saludos a tu amiguita, personalidad famosa donde las haya.

  38. Compton: No conviertas en mérito algo que es manifiesta deficiencia de la tal Ana Antón-Pacheco. Si de verdad los casos de laísmo fueran un intento de traducir al español el difícil idioma de Faulkner se relegarían a un personaje o varios, y no inundarían toda la novela, incluso cuando es el narrador el que habla. Pero bueno, quédate tú y tus amiguitas riéndoos mucho de que alguien no conozca a la reina de vuestra camarilla. Qué prepotencia la de vuestras esferas. Si te hubieras leído el libro, quizá serías más prudente y menos prepotente a la hora de valorarlo. Repito: una torpeza enorme lo del laísmo en esta novela, desliz evidente de la traductora, más

  39. Pero, Monopoly, tienes que entender que los laísmos de El ruido y la furia no son un problema de ignorancia de la traductora, sino que ella ha intentado verter al castellano el complicadísomo estilo de Faulkner. Y algunos personajes no hablan un inglés correcto, por lo que al trasladar al castellano los diversos idiolectos, la traductora intenta hacer ver la clase social a la que pertenecen cada uno de los personajes y el nivel de educación que tienen. Y, por cierto, esta traducción fue finalista del premio nacional, así que no debe ser tan despreciable como dices… Otra cosa más, no escribas cartas anónimas a «una tal Ana Antón-Pacheco» poniéndola verde, porque, aparte de hacer el ridículo mostrando una ignorancia sublime por tu parte, no te haces idea de lo que nos hemos reido a tu costa. Deberías tener el valor de firmar. Conociendo a Ana, estaría encantada de hablar contigo de ésta y otras muchas y espléndidas traducciones de las que es autora.

  40. Mario Muchnik dejó constancia de su aventura para editar «Guerra y paz» en un librillo que lleva por título justamente «Editar Guerra y paz». Es una lástima que no todos los editores pongan el mismo entusiasmo y cuidado al traducir una obra extranjera, al editar un clásico extranjero.

    La traducción de los clásicos (de cualquier libro, la verdad) es un hecho cultural de extrema importancia. Las editoriales deberían tomar conciencia de su importante papel como intermediarios y llevar a cabo su trabajo con el mayor de los respetos. Y los lectores deberían empezar a reclamar el derecho a leer traducciones a la altura de su alcance literario.

    Es bonito, por ejemplo, que Alfaguara reconozca la trascendencia de traducir haciendo aparecer al traductor en la portada, pero creo que este detalle, que supongo que da prestigio a su empresa, debería estar secundado con una traducción a la altura. Ayer mismo terminé «El ruido y la furia», de Faulkner, que esta editorial publica con la traducción de una tal Ana Antón-Pacheco. No sé quién revisó la traducción (que supongo que compraron a Cátedra, porque es la misma), pero, en el extremo de su tortura, llegué a contabilizar 24 casos de laísmo en ¡10 líneas!. Los cientos de casos restantes se reparten al voleo por las 350 páginas que tiene la novela. Es cieramente muy bonito.

    Recomiendo «Editar Guerra y paz» a los lectores no políglotas. Su efecto es terapéutico.

  41. Buenos días:
    hace cuatro o cinco veranos tuve la oportunidad de leer «Guerra y paz» en la traducción ya mencionada de Lydia kúper, encargada y publicada por El Taller de Mario Muchnik. Hasta entonces sólo había leído de Tolstói algunos relatos, fragmentos de su diario y la novela «Resurrección». Tras las primeras decenas de páginas de «Guerra y paz», en las que los personajes aún se están dibujando, su lectura me resultó apasionante. Sólo hacia los últimos capítulos cede Tolstói en su narración y se deja llevar por una serie de reflexiones sobre la historia, interesantes y bien formuladas, pero innecesarias para la novela y que, además, rompen el ritmo narrativo. Pequeñas concesiones en una de las mejores novelas que yo haya leído nunca. No comparto algunos criterios de esta edición, como el peculiar uso de las rayas en las acotaciones o el no uso de la cursiva en los textos en francés, porque, según Mario Muchnik, no hablamos en cursivas (tampoco hablamos con comas ni con tildes, ni con mayúsculas). Sin embargo, el texto de la traducción era un buen castellano, preciso y elegante. Si a algún lector le puede servir de algo tener en cuenta mi opinión o cotejarla con otras, le sugiero esta traducción de «Guerra y paz».
    Saludos cordiales. JM

  42. Entonces, apreciado Vladimir, creo que estamos en el punto de partida y que ambos podíamos habernos ahorrado este largo cruce de comentarios. Y de hecho creo que ni siquiera estamos hablando de lo mismo.

    Usted me dice que, cuando el traductor se ciñe al original, algunos lectores juzgamos que escritores de la talla de Tolstói no podían escribir así. Concedido que se prescinda de hacer el texto más literario. Pero, al volcarlo al castellano, creo que se debe respetar su gramática. A eso me refiero, y lo mantengo, con que la traducción no es buena. A que tiene fallos gramáticales, de sintaxis y hasta ortotipográficos (aunque eso ya no es culpa del traductor). E insisto por tanto en que el traductor no ha hecho una gran labor.

    Y para distinguir eso, no me hace falta saber ruso. Me basta con saber castellano. Y, sobre esa base, emito un juicio de valor. De hecho, toda la reseña es un juicio de valor, con el que se puede estar de acuerdo o no.

    Por eso creo que no hablamos de lo misno. Usted habla de si la traducción se ciñe o no al original. Yo eso no lo sé, y necesariamente he de fiarme de que el traductor haya hecho bien su trabajo. Desventajas de no hablar todas las lenguas, lo sé. Pero yo, por mi parte, hablo de una traducción que, aunque sea un calco del original, patea al castellano, lo que me parece intolerable.

    Lamento que considere que hablo sin saber. Yo, por mi parte, le agradezco lo que con sus conocimientos ha aportado.

  43. No tengo nada personal que ganar ni que perder. Simplemente soy una de esas personas extrañas que cuando ven a alguien opinar sobre algo que no sabe siente deseos de hacerle ver que no esta en lo cierto. Pero no se preocupe usted que cada vez somos menos.

    Siento disentir de su opinión sobre las traducciones y la lengua de origen porque de las pocas cosas que pueden hacer que uno opine sobre una traducción sin haber leído el original requieren que al menos uno conozca la lengua de origen y pueda saber que el traductor ha caído en la trampa de los falsos amigos o en errores similares de traducción. Sin saber nada de ruso dificilmente se puede saber si una traducción de Tolstoi es buena o no. Hagan caso de Francisco Ayala (al que alguien ha citado en comentarios anteriores) y sus opiniones sobre las traducciónes de Cansinos Assens tantas veces vilipendiadas por personas que no sabían una palabra de ruso y que simplemente creían que el libro tenía que estar mal traducido porque autores tan grandes como Dostoievski o Tolstoi tenían que escribir mejor de lo que estaban viendo sus ojos.

    Repito que no es la prosa preciosista y depurada el punto fuerte de obras como «La guerra y la paz» y es cierto que en otras traducciones se ha hecho un esfuerzo porque esto no se note pero que eso no las convierte en mejores porque son menos fieles al original aunque probablemente sean más accesibles.

    En sus manos está el elegir entre lo que más les guste pero insisto en que una cosa es elegir y otra es hacer juicios de valor.

    Un saludo.

  44. El señor Vladimir parece que tenga algo personal que perder cuando la sra. Castro opina sobre la traducción de la versión de Mondadori sobre «Guerra y paz». Para apreciar la calidad de una traducción a veces no hace falta saber el idioma de origen. Y más si ésta es mala de solemnidad. Cuánto se sufre con una mala traducción, de ésas que pegan continuas patadas a tu propio idioma.

    Que la traducción de Mondadori es penosa es algo que ya he leído en varios lugares, por más que le duela a algunos.

    Me encantó la de Lydia kúper para Mario Muchnik.

    La indefensión del lector ante traductores mediocres es ciertamente lamentable y está bien que desde todos los frentes posibles se proteste. A ver si a algunas editoriales se les cae la cara de vergüenza al suelo y deciden dedicar un poco más de dinero a algo tan importante, que al fin y al cabo no es más que eso.

    En cualquier caso, un blog no está obligado a poblar de ideas instructivas su espacio de expresión. Para eso ya hay metros y metros de estanterías en las bibliotecas. Esa palabra de dios a la que tanto se agarra el señor Vladimir para darle cuerpo a su berrinche.

    Traducciones infames que se me vienen a la cabeza: Todo está iluminado (Lumen), Vida de Pi(Destino), El callejón de los milagros (Alcor), …

  45. Estimado Vladimir,

    le concedo que haber aclarado en la reseña que esta edición concreta de «Guerra y paz» corresponde a un borrador de la obra sería una información útil. En ese sentido, entono un mea culpa.

    Ahora bien, cuando me refiero a que es una mala traducción lo digo porque me lo parece. No porque al tratarse de un borrador existan incongruencias o fallos que más tarde el autor pudo corregir; me refiero a que es una mala traducción porque (y ahora hablo de memoria, pues hace tiempo que leí la obra) usa un castellano pobre e introduce formas sintácticas que no se usan en esta lengua. Y eso creo que es un fallo achacable a la traducción, no a que el original sea un borrador.

    Usted me dice que existe ahora una escuela que prefiere traducir literalmente del original, aunque eso suponga introducir incorrecciones en la lengua a la que se traduce el texto. Ya apunté en un comentario anterior mi ignorancia absoluta sobre ese tema. Pero en mi capacidad para distinguir incorrecciones en mi propia lengua, tengo absoluta confianza. Y en ella me baso para decir que la traducción no es buena.

  46. Desde luego que usted como autora de la reseña puede destacar lo que le parezca porque como tal está respondiendo del contenido de la misma.

    Si a usted le parece que a un lector ‘de a pie’ no le interesa saber que la versión de la obra de la que esta usted hablando es un borrador, una ‘rareza’ que no responde a lo que el propio autor decidió entregar al lector de manera definitiva, creo que se equivoca claramente. A cualquier lector le gustará saber si la obra que esta leyendo es la que el autor autorizó para su publicación o si es otra cosa, creo que ese es un dato esencial para juzgar esa obra.

    De igual manera es esencial para juzgar la traducción o la edición del libro ya que es evidente que en el borrador de una obra existirán incongruencias y fallos que no se darán en la edición definitiva y que en ningún caso se podrán achacar al editor de dicho borrador porque si hiciese una labor de refinamiento del mismo estaría privando al lector del interés que tiene un documento de estas caracteristicas.

    Veo que probablemente sus reticencias a la hora de aclarar ese punto van más por ese camino porque me parece que usted no esta por la labor de reconocer que quizá su juicio sobre esta obra en concreto estaba condicionado por el hecho de haber obviado ese detalle y ahora le cuesta reconocer que quizá a hablado de algo sin estar demasiado informada sobre el tema.

    Y finalmente no creo que los comentarios sean el lugar idoneo para que el lector se informe de este tipo de cosas porque bien puede un lector leer la reseña y obviar los comentarios, especialmente los que esten en los ultimos lugares.

  47. Por el contrario, creo que lo anecdótico son los datos que usted apunta. Aunque relevantes, a la mayoría de los lectores creo que les parecerán secundarios. Salvo estudiosos de la obra, no creo que a la mayoría de lectores «de a pie» le interese demasiado las distintas versiones o comparar una traducción con otra. Y, evidentemente, no creo que un estudioso de la obra de Tolstói acuda a solodelibros para orientarse o documentarse.

    Esta es una reseña de una lectora para otros lectores, y por tanto no tiene ninguna pretensión de parecerse a una edición crítica. En ella hablo por tanto de lo que a mi entender son las virtudes de la obra y sólo en un par de párrafos desaconsejo la lectura de esta traducción concreta. Ir más allá me parece pertinente en un prólogo, pero no en una breve reseña.

    Pero, precisamente por ello, siempre son bienvenidos comentarios como el suyo, que ayudan a completar y enriquecer la información (muchas veces pobre y siempre absolutamente subjetiva) que se aporta en las reseñas.

    Por ello, muchísimas gracias por sus aportaciones. Un saludo.

  48. Más que agradecerme las enseñanzas apreciaría que en su reseña informase de forma fidedigna de la naturaleza de la versión que ha leído.

    Con esto quiero decir que un lector que por ejemplo busca a traves de google sobre «Guerra y Paz» se encuentra con esta reseña lo que puede sacar en claro es que la edición de Mondadori es «una pésima traducción» de la que debe huir, cuando la realidad es que se trata de una versión distinta de la novela, usted debería informar al lector de que si quiere leer la novela publicada por Tolstoi en 1869 debe buscar otras ediciones y que si está interesado en leer una versión reducida o si se trata de un lector interesado en profundizar en el proceso de creación de una novela monumental la comparación entre esta versión y la canónica le puede dar muchas pistas. Luego me parece muy bien si usted quiere desaconsejar la traducción porque le parece demasiado literal y usted prefiere las traducciones más literarias, eso son comentarios anecdóticos que pueden enriquecer la reseña pero que no deben sustituir la información realmente interesante para el lector.

    Muchas gracias por su atención, un saludo.

  49. Apreciado Vladimir

    Sin pretender demostrar una erudición que no poseo, sí puedo hacer gala de mi propio criterio para juzgar que la traducción de la obra me parece muy poco literaria. Si esto es fruto de una nueva escuela de traductores que prefiere ser más fiel al texto, prefiero entonces la vieja escuela, que pulía los textos (no creo que eso sea exactamente falsearlos), hermoseándolos.

    Por desgracia, yo sólo leo en castellano. Y cuando lo hago, me gusta que las estructuras sintácticas, los giros del lenguaje y demás, sean los de mi idioma. Soy consciente de mis limitaciones, pero me resultaría muy fatigoso aprender ruso, inglés, francés, italiano, alemán… y además permanecer al día de las distintas tendencias que se dan en el mundo de la traducción. Todo eso me dejaría poco tiempo para leer, que es lo que de verdad me gusta.

    Y usar mi criterio de lectora (sólo lectora, lo sé y lo acepto) para decir lo que me ha gustado y lo que no de cualquier obra, me parece perfectamente válido para ser lo categórica que guste. Lo cual no es óbice para apreciar su comentario y agradecerle las enseñanzas que aporta sobre Tolstói y sus traducciones.

    Un saludo muy cordial.

  50. Me parece alucinante la ligereza con la que la autora de esta reseña juzga la traducción de Guerra y Paz sin siquiera tener claro que la obra de Mondadori no es una traducción de la novela definitiva de Tolstoi. Según estudiosos del tema y como dice la editorial en la introducción y en la cubierta se trata de una especie de prototipo o primera versión de la novela (mucho menos extensa e incluso con un final diferente) que Tolstoi completó tres años antes de acabar definitivamente la novela.

    Además me gustaría saber los conocimientos de ruso que tiene la Sra. Castro como para juzgar tan a la ligera la traducción, me gustaría saber las horas que ha pasado leyendo Guerra y Paz en su lengua original como para juzgar si la labor de corrección de estilo de una novela de esta entidad es correcta o no.

    Existen varias corrientes dentro de la traducción, unas son más partidarias de adaptar el texto lo necesario hasta que como decían en otro comentario parezca que esta escrito en la propia lengua de destino y otras son partidarias de mantener en la medida de lo posible el estilo del autor incluyendo las estructuras y giros propios de la lengua origen aunque al lector le puedan resultar un tanto extraños.

    El lector no especializado suele identificar inmediatamente este tipo de traducciones como erroneas pero en la actualidad dentro del mundo de la traducción literaria se estima más este tipo de traducción que el otro que es más propio de épocas pasadas.

    Tolstoi como saben los estudiosos de su obra no es famoso precisamente por la precisión y limpieza de su prosa, los factores que le convierten en uno de los grandes genios de la novela son otros y por tanto una traducción fiel de un original de Tolstoi (máxime cuando se trata de una obra sin acabar, sin pulir) no tiene porque destacar por su corrección o exactitud, si la traducción resulta así será porque el traductor de alguna manera está engañando al lector.

    Sería deseable que las personas que se dedican a la crítica-reseña de libros tuviesen el suficiente nivel como para juzgarlos con criterio y si no siempre queda el recurso de «opinar». La opinión es libre pero no debe ser nunca tan categórica.

    Un saludo.

  51. Cuando tuve que elegir traducción para leer Ana Karenina estuve hojeando a la vez las traducciones de L. Sureda y A. Santiago para Cátedra y la de Alianza, realizada directamente del ruso por el hispanista Juan López-Morillas. La de Catedra me resultó escesivamente alambicada y «literaria», y la de López-Morillas me pareció sencilla y con ritmo, así que me decidí por esta última y creo que hice muy bien.

    Llevo a cuestas lecturas de traducciones vergonzosas que me han dado grandes disgustos y suelo fijarme en esto mucho.

    Sólo puedo decir que la de López-Morillas no decepciona.

  52. Estoy comparando traducciones de «Anna Karénina» y me encuentro un poco perdida.
    Con relación al comentario de Marcial a propósito de la traducción realizada por L Sureda y A Santiago: «me parece muy buena y con gran riqueza de vocabulario. En ningún momento tienes conciencia de estar leyendo una traducción por captar disonancias o frases sin sentido», me gustaría preguntarle cómo soluciona en el primer capítulo de la parte primera el siguiente extracto:
    «Allí estaba Dolli, con el billete, el billete que la había enterado de todo…»
    Después se hace mención a una «esquela». [Ediciones Cátedra S.A, 1986].
    ¿Existe otra versión que corrige la de 1986?

    En la «Anna Karénina» de Editorial Juventud, se refieren a una «funesta misiva».

    Soy traductora del inglés al español, y estas incoherencias me hacen sufrir, tanto, como para no seguir leyendo.
    Por favor, me gustaría que me recomendaran una versión realmente coherente y fiel a la época y al realismo psicológico del autor. El argumento de la obra es magnífico.
    Gracias.

  53. Me mandaron a estudiar un absurdo balotario en donde debo de memorizar a no se cuantos autores y obras para aprobar mis examenes finales
    Sin embargo como soy aficionada a la lectura pense que tal vez seria bueno averiguar sobre algo mas de la guerra y la paz , ya que en este balotario como te contaba debia de aprenderme lo siguiente :»Trata de la sociedad rusa, durante las guerras napoleónicas.»y nada mas
    Pero gracias a esta nota me ha desperta
    do el interés de conocer mas sobre esta obra que en muchas ocasiones que ha intentado acercarse a mi para leerla, siepre por cursos de la vida no he podido leerla

    gracias!

    Lima. Perú

  54. En la actualidad, estoy inmerso en la lectura de Ana Karenina. La novela ha resultado para mí toda una sorpresa y desde que la comencé a leer me ha atrapado. Me encanta. Tanto es así, que simultáneamente he navegado para ver cuántas traducciones al español circulan y para ver qué comentarios se hacían acerca de la calidad de la traducción que estoy leyendo. Así, he encontrado versiones por Miguel Rivera, Vicente Santiago, Orts-Remy, Irene y Laura Andresco (creo que son hermanas), Alexis Marchoff, L Sureda Guytó y A Santiago, y por último Alfredo Santiago Shaw y Leoncio Sureda.
    Desconozco cuáles están traducidas directamente del ruso y cuáles son traducciones intermedias del francés.
    Lo cierto es que la traducción que estoy leyendo, que es la que distribuyó el periódico El Mundo en su colección «Las 100 joyas del milenio», realizada por L Sureda y A Santiago me parece muy buena y con gran riqueza de vocabulario. En ningún momento tienes conciencia de estar leyendo una traducción por captar disonancias o frases sin sentido. Y las frases que te impactan de la novela son de una gran belleza, como cuando lees «Nunca es tarde para arrepentirse -sentenció el diplomático, citando el proverbio inglés.» o » -No olvide, sin embargo, que el tiempo es oro -replicó el coronel. – Depende. Hay tiempo que uno vendería por diez sueldos al mes, y hay cuartos de hora que no se cederían por ningún tesoro.» Ahora voy a comenzar con la Tercera Parte…

  55. Acabo de terminar «Guerra y paz» en la traducción que hizo Lidia Kúper para el Taller de Mario Muchnik. Los criterios de traducción, que tan bien explica Mario Muchnik en su librito «Editar Guerra y paz» me parecen muy afortunados. También me gusta pensar que hay editores que muestran tanto respeto y aprecio por un clásico de estas características. Sólo puedo decir que en ningún momento sentí que leía un texto traducido, y eso ya es decir bastante con respecto a una traducción.
    La edición que ustedes comentan es la de Mondadori, que, inconcebiblemente, tiene 600 páginas menos que la del Taller. Cuando tuve que escoger edición, esta razón me pareció lo suficientemente inquietante como para descartar la iniciativa editorial de Mondadori. Por poco ambiciosa y seria, lógicamente.
    No voy a valorar lo que ha supuesto para mí la lectura de este libro, no quiero cargar mi entrada de adjetivos grandilocuentes. Pero vamos, que tienen todos el derecho de alinearse aquí de tanto que me ha gustado.
    Les pido consejo, quiero leer Ana Karenina y no sé cuál es la mejor traducción al español.
    Gracias adelantadas a quien sepa contestarme.

  56. la novela eata muy interensante recien la voy a escuchar en rpp porque siempre la escuche pero ya la lei en su pagina pero voy a tener mas comprendido en radio programa de Perú (rpp).

  57. En estos momentos estoy leyendo «Guerra y Paz» de la edición Mondadori en cuestión, y concuerdo con la queja señalada… además de áspera tiene errores bastante notorios que son evidentes (recuerdo a un diplomático sueco que más abajo se transforma en…. ¡suizo!) Esto hace que mi lectura sea a ratos dubitativa si es que estaré leyendo realmente lo que escribió Tolstói, o con cuanta precisión lo es.
    Me da rabia y pena también, porque pensé que había adquirido una gran edición del libro de uno de los escritores que más me han emocionado y admirado y me doy cuenta que no tuvo una revisión esmerada mientras en la contratapa se le juzga de edición de lujo (además que le tenía más fe a Mondadori).
    De traducciones sé muy poco, para mí lo que leo es el libro y mientras menos se note la traducción mejor.
    Y volviendo al tema de la edición, se dice que es una versión inédita en castellano, y eso ya es algo… sería ésta la primera versión que escribió Tolstói.
    Cuando termine de leer la novela tendré una opinión más acabada, por ahora decir que me tiene fascinado su lectura de todos modos y que espero no me defraude.

  58. Estoy, en estas semanas, leyendo la novela que tan bien describes y debo decirte que estoy disfrutando como muy pocas veces lo he hecho en mi vida con una novela. No soy experto en traducciones y tampoco he leido las demas que aqui reseñais, pero la de Lydia Kuper me parece exclente, ademas de que la edicion me parece tambioen notable.

  59. la version original basada en los textos canónicos para Mondadori de Gala Arias Rubio es un tanto pobre. El trabajo de corrección es más que cuestionable, y eso que (cómo no) la propia editorial pinta esta traduccion poco más o menos como «definitiva». No he leido la novela traducida por otros, pero no aconsejo esta edición

  60. Un traductor buenísimo de Dostoyevski es Augusto Vidal.
    Vivió años en Rusia y conocía a la perfección el idioma, historia y literatura de ese país.

  61. Sergio: te envío una opinión digna de escucharse sobre la traducción que hizo RAFAEL CANSINOS-ASSENS de la obra de DOSTOYEVSKI. Es de alguien cuya solvencia no tiene discusión, por ser uno de nuestros mejores prosistas vivos: FRANCISCO AYALA. El fragmento que transcribo a continuación lo he copiado de su reciente “Manifiesto en favor de la lectura” leído con motivo del Día Internacional del Libro el pasado 23 de abril de 2006:

    “… Así, últimamente tuve la ocurrencia de volver a repasar una traducción que muchísimo tiempo atrás hiciera de la novela de Thomas Mann Lotte in Weimar, y por lo pronto comprobé que su texto –es decir, el texto de mi traducción– sólo muy vagamente se parecía a lo que estaba guardado en el fondo de mi memoria. Era algo casi desconocido ahora, algo nuevo para mí mismo. Y por supuesto, lo recorrí con curiosidad, con espíritu crítico, con aprobación y desaprobación (hacia mi propia versión española de su texto original, y hacia la propia novela de Mann). También me he puesto días atrás a leer, en la traducción de mi amigo Juan López-Morillas, esa fascinante novelita de Dostoievski, El jugador, que en mis años mozos había devorado con el entusiasmo propio de aquella edad mía. En la insaciable adolescencia, las obras de Dostoievski fueron pasto muy apetecido de mi imaginación, y cuando, pasado ya la mitad de mi vida, estuve a cargo en Puerto Rico de las ediciones de aquella universidad, barajamos allí entre otros el proyecto de publicar una versión de Los hermanos Karamazov. Editor escrupuloso, encargué a un colega versado en la literatura rusa que comprobara la fidelidad de la traducción española corriente por entonces, debida a Cansinos-Assens, con vistas a su eventual utilización, y que me dijera si la creía sacada directamente del original. La respuesta fue afirmativa. Más aún: el informe la consideraba superior a las traducciones existentes en alemán, inglés y francés, y más fiel que cualquiera de ellas. También me dijo aquel especialista que la prosa de Dostoievski era «descuidada» (el mismo reproche que ha solido hacérsele a nuestro Galdós). Ahora el prólogo de Morillas a su traducción de El jugador me entera de que esta narración había sido dictada de viva voz por su autor a una taquígrafa, la misma mujer con quien el novelista hubo de casarse poco más tarde… Así, pues, el escritor Dostoievski dictaba su novela, no la escribía… ¿Corregiría luego el manuscrito? En este relato, el narrador lo interrumpe cuando lo lleva bien avanzado para anunciar que «ha pasado ya casi un mes desde que toqué por última vez estos apuntes míos»; y todavía, hacia el final, vuelve a cortar el hilo narrativo para interponer un lapso de un año y ocho meses antes de dar por concluido lo que ahora llama «estas notas». ¿En qué medida ese narrador, personaje él mismo de la historia, se separa del autor, de Fedor Dostoievski, cuya conocida pasión viciosa por el juego dio materia al cuento que le dictaba a su amanuense? En fin, no sabiendo yo ruso, la lengua en que este gran novelista redactó sus obras, tengo que resignarme a conocerlas tan sólo a través de alguna traducción, manera ésta de acercamiento literario problemática y en todo caso deficiente, a cuyas limitadas posibilidades ya una vez dediqué cierto estudio. Pero ¡volvamos a lo que iba!: también en este particular caso y bajo condiciones tales pude comprobar que mi recuerdo de la novelita en cuestión, El jugador, difería bastante de lo que ahora me dice acerca de ella esta nueva versión de su texto. […]” FRANCISCO AYALA.

  62. Hola a todos, y a Sergio en particular. Yo sí he sufrido la traducción de Cansinos. Traté de leer «Humillados y ofendidos» en Aguilar, y me pareció una traducción horrible. Mi sorpresa fue que las traducciones de las obras completas, que este buen hombre hizo de Dostoievski, eran recomendadas en múltiples lugares, y que Borges admiraba la calidad literaria de su amigo sevillano. En mi bitácora explico el pequeño rifirrafe que mantuve con el hijo de Cansinos, que creó una fundación en honor de su padre.

    Lo cierto es que estoy realmente harto de que haya gente que traduce y que no domina (o no se molesta en dominar) un castellano mínimamente correcto o, al menos, legible. Por eso, ahora que leo «Crimen y castigo», traducido por Isabel Vicente en Cátedra, no diré que sea una traducción excelente, pero al menos se puede leer el castellano que usa esta mujer, y por eso me encantaría agradecerle todo lo que estoy disfrutando con el genio ruso.

    Por cierto, sería interesante saber de dónde viene ese rumor de que Cansinos no sabía bastante ruso para traducir. Pienso que debía ser un hombre muy interesante, un renacentista que, a pesar de algunas pifias, parece que disfrutó de las palabras y de la escritura, pero no puedo comprender todavía como se le puede considerar el mejor traductor de Dostoievski.

    Un abrazo.
    Juanma

  63. Justamente, la literatura rusa que he leído consiste en tratados filosóficos y psicológicos de la esencia del hombre…. que manera de describir la complejidad humana!!!
    De Tolstoi, leí Ana Karenina hace muchos años …. tal vez la lea nuevamente para recordar, pero, sin duda, leeré Guerra y Paz después de descubrir este comentario….Por el momento, sigo pasmada ante la lectura de Dostoievski… lejos, uno de los mejores escritores de todos los tiempos!

  64. La traducción de Lydia Kuper, en la edición del Taller de Mario Muchnik, me parece magnífica. Disfruté mucho este libro, pero no tanto como Ana Karenina o La muerte de Ivan Ilich, que me parecen insuperables.

  65. ‘Guerra y paz’ la tengo en Aguilar por Irene y Laura Andresco. Es directa del ruso, y al parecer es reciente, pero no las conozco.

    Editorial Alba lleva unos años publicando muy buenas traducciones.

    PD: Perdón si los comentarios me han quedado un poco «fuera de tema» con respecto a la anotación.

  66. Hola, yo tampoco conozco las traducciones de Cansinos Assens, aunque la crítica actual (Babelia, ABC de las Artes y las Letras,…) no es precisamente entusiasta con ellas. Sí he leído Oblómov en la editorial Alba y es cierto que es una traducción muy buena, aunque no recuerdo al traductor. Lo que recomiendo a quien tenga pensado leer Guerra y Paz es que compre la traducción de Lydia Kúper para Mario Muchnik: es muy buena también.

  67. Sergio,
    no puedo responder a tu pregunta, pues no recuerdo haber leído ningún libro traducido del ruso por Cansinos Assens. Pero por ejemplo, las traducciones del ruso de Víctor Gallego para Alba a mi me parecen buenas.
    Es que esta traducción de ‘Guerra y paz’ es verdaderamente pésima. Muchas frases carecen de una sintaxis correcta en castellano, y rechinan bastante.
    Desde luego, si todas las de Gala Arias son de este estilo, es mejor buscar otra traducción.
    Un saludo.

  68. Hola, me gustaría realizar una pregunta de la que no sé si aquí podré obtener respuesta 🙂

    ¿Es la traducción de Cansinos Assens una buena traducción de los autores rusos? Siempre me lo han presentado como uno de los mejores en su campo, sin embargo hace poco me advirtieron que sabía «muy poco ruso» como para ahondar en tan complicada tarea.

    Gracias, un saludo

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