La escuela de la ignorancia y sus condiciones modernas – Jean Claude Michéa

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La escuela de la ignorancia y sus condiciones modernas - Jean Claude MichéaLa progresiva depauperación de la enseñanza que, a pesar de las continuas reformas educativas, viene dándose en los últimos años no es algo fortuito. Esa es la tesis que defiende Jean Claude Michéa en La escuela de la ignorancia y sus condiciones modernas, un breve libelo que parece tocar tangencialmente el tema de la educación, mientras retrata de forma amplia el triunfo del capitalismo y los estragos que ocasiona —de los que la degeneración de la educación es sólo una faceta—. Así, Michéa realiza un repaso certero sobre algunas ideas fundamentales que deben ser tenidas en cuenta para comprender la realidad sociológica que vivimos, la cual en absoluto es fruto del azar.

Aunque los orígenes del capitalismo pueden remontarse al siglo XVIII, y aunque éste siempre ha postulado la necesidad de implantar a escala mundial un libre mercado que se regularía por sí mismo, sin la injerencia de los estados (cuya existencia sin embargo el sistema capitalista aplaude para, precisamente, que sean ellos quienes se ocupen de legislar a favor del sistema capitalista); a pesar de esto, en los últimos treinta años se ha establecido lo que el autor denomina capitalismo suicida: un capitalismo que va a por todas, sin importar el precio que haya que pagar, sobre todo porque ese precio no han de pagarlo quienes nos imponen ese sistema.

La idea perseguida en las últimas décadas consiste en lograr una sociedad absolutamente capitalista que, sin embargo, resulta empíricamente imposible. Lo que Michéa defiende es la idea de que las sociedades humanas poseen unos sistemas de regulación, que Orwell denominaba common decency, que imponen unos límites a cada individuo de tal manera que, precisamente, sea posible la vida en sociedad. Esos límites son los que el capitalismo, con su exaltación del individualismo y de la búsqueda del bien particular a cualquier precio, pretende abolir a marchas forzadas. Eso a pesar de que hasta la fecha la common decency, cada vez más en desuso, ha actuado como una barrera de contención para evitar que nuestra sociedad se desmoronase.

El capitalismo pretende una «sociedad» atomizada, cuyos miembros, desconectados entre sí, no opongan ninguna resistencia a un sistema que es radicalmente injusto. O bien, en caso de oponerse, se encuentren tan aislados que cualquier forma de colaboración o coordinación resulte imposible. De este modo, ese fomento feroz del individualismo, esa tendencia a confundir el egoísmo con la libertad personal, esa exaltación de lo particular en detrimento de lo social, no es casual.

Por el contrario, forma parte de una estrategia que no deja nada al azar. Y de esa estrategia forma parte la búsqueda del adocenamiento paulatino y metódico de la población, gracias a un concepto creado por el propio sistema: el titytainment. Un entretenimiento zafio, basado en la satisfacción instantánea y el espectáculo, que busca acabar con la capacidad de análisis crítico de la ciudadanía.

Y para redondear el trabajo, se reforman los sistemas educativos para que refuercen este cóctel letal. Y se consigue una enseñanza espectáculo que, rompiendo con los valores cívicos, enaltece los valores creados por el capitalismo (el triunfo, el dinero, el egoísmo). De tal modo que la mayoría de una sociedad condenada por el sistema al paro, a una educación precaria, a una sanidad cada vez al alcance de menos, amenazada con una vejez de indigencia sin pensiones, viva feliz y despreocupada.

En consecuencia, y como muy bien señala Jean Claude Michéa, la pregunta no es ¿qué mundo vamos a dejar a nuestros hijos?, sino ¿a qué hijos vamos a dejar este mundo?

21 COMENTARIOS

  1. […] Reseña en solodelibros.es Esta entrada fue publicada en Michéa. Guarda el enlace permanente. ← >Guy Debord: Panegírico, Tomos I y II >George Orwell o el horror a la política → […]

  2. […] la pena leerse con atención: ¿El trasatlántico vira, o para las máquinas? de Fernando Garea. Los poderosos quieren gente estúpida de la Sra. Castro (Lo siento, no he logrado encontrar el nombre completo de la autora). Maravillosa […]

  3. No solo se trata de adocenar a la mayoría, sino que se fomenta la enseñanza personalizada, la mejor forma de que cada individuo que pueda destacar vea a los demás como sus enemigos, en su camino hacia la consecución de sus objetivos.

  4. Perdón, no me referia a los dos comentarios que preceden al mio sino a los dos primeros comentarios. Mis disculpas.

  5. La mejor muestra de que los poderosos quieren gente estúpida, sectaria, corta de miras y de entendederas son los dos comentarios que preceden al mio.En fin, que se le va a hacer.

  6. me lo creo a pies juntillas, porque se nota que ahora a los de mi edad no nos interesa la politica ni naada por el estilo mientras que por la ultima cancion de moda bien nos preocupamos, creo que lo que pretenden es crear una sociedad de borregos para que no nos demos cuenta del mal que estan haciendo los poderosos. el problerma es que ellos ahora les vendra bien pero mas tarde saldrá un loco ultra (no importa de quye ideologia sea) al que toda la sociedad quiewra por que nos librara de los corruptos anteriores, con lo cualeste sistema de crear borregos deberia ser abolido por el bien de la humanidad completa por que, desde mi punto de vista solo estraemos creando el terreno perfecto para un nuevo hitler

  7. Q duro, pero q real y q buen artículo.
    Vamos a la deriva saturándonos de cosas materiales y superficiales, q sacian nuestra frustración sacrificando todos los valores humanos pilares, de modo q cada vez estamos más vacíos de lo importante, de lo q no se toca ni se ve pero nos daría consistencia e integridad interior, seguridad,..y más llenos de porquería, y cada vez nos sentimos peor, y es esa ansia de tener más sin saber por qué la q nos devora y nos aisla de todo y todos, nos inhumaniza, nos hace insensibles y apáticos, pobres interiormente y sin brillo exterior porque no estamos satisfechos, y queremos más y competimos en lo absurdo en satisfacer lo material y se nos muere el alma. Y el precio, como dice el artículo lo pagamos nosotros y bien caro, los estúpidos, mientras ellos, los poderosos juegan y nos apuestan. Esa decepción, esa carrera contra nosotros mismos hacia el absurdo, ese no pararse a vivir lo interior leyendo, teniendo criterio, razonando, esa ausencia letal de valores éticos y cívicos, la pérdida de respeto a todos, la pérdida de autoridad a todos (padres, profesores, mayores….), esa confusión de roles donde todos parecen q son amigos y es mentira, porque un padre y un hijo son eso y debe haber una relación basada en el repeto mutuo sin confundir, igual q un profesor y un alumno son eso, y no amigos donde todo vale, y esa autoridad -q no despotismo y abuso- debe respetarse, son roles y es así y así funciona, en cambio todo se manipula y se le da la vuelta, y parece q queremos facilitar esas relaciones educacionales padre-hijo, profesor-alumno acortando distancias y rompiendo roles, y haciendo uso de una amistad q parece q lo suavizo todo pero q lo deforma por completo y lo desvirtua, esas relaciones requieren del respeto absoluto y del aprendizaje de nuestros mayores, pero ya se ha saltado todo y todo vale, y estamos perdidos y desorientados por ser tan «innovadores», no hay reglas, no hay motivación, todo se ha mutilado y le transmitimos esa desolación a generaciones con infinito potencial pero sin norte. Acceder a la vida capitalista cómoda de «lo tengo todo mejor q tú» nos está costando perder la identidad como personas con criterio y somos masas de carne q deambulan torpes y pidiendo «manipulame, más q soy estúpido», y así nos va, nos está costando la vida, maleducamos, y seguimos comprando nuestro «suicidio» y el de nuestros hijos, q pueden llegar a ser auténticos cuerpos sin alma y sin razón.
    Besossssssss

  8. Estaba un señor viviendo tan tranquilo desde 1970, pero llegó un día de 1985 que Maravall empezó a pegarle manotazo en la cabeza para que se sintiera mejor. Todos los socialistas se sorprendieron sobremanera de que al señor se le despertara migraña, pese a los golpes terapéuticos ininterrumpidos. Como vieron que este misterioso dolor de cabeza persistía, en 1990 Javier Solana decidió usar el puño en lugar de la mano abierta, lo que previsiblemente cortaría los problemas del señor y le haría sentirse mejor que nunca. Cuál no fue su sorpresa cuando se percataron de que la cefalea no remitía, mas al contrario, se agravaba. Finalmente, el inefable ZP ha dado con la solución: los golpes han de ser aplicados con un martillo. Como era de esperar siempre ha habido personas que por ignorancia o mala fe que se han opuesto al tratamiento, pero a ninguna persona sensata se le escapa que solo es una cuestión de tiempo el que este señor reaccione positivamente a la terapia.

    Ah, se me olvidaba, la causa más probable del dolor de cabeza es la maldad capitalista.

  9. «La progresiva depauperación de la enseñanza que, a pesar de las continuas reformas educativas».

    ¿»A pesar de»? ¿No será más bien «por culpa de»? Y otra cuestión, mientras que la derecha «capitalista» hace bandera del esfuerzo personal y de ensalzar la excelencia en la educación, ha sido precisamente la izquierda progre marxista-revisionista la que ha perpetrado el minado de la educación pública mediante la LOGSE, la LODE y demás. Claro, que siendo lo suficientemente sectario, podrías culpar al capitalismo incluso de que se ponga el sol por la noche. ¿No culpáis a EEUU de lo que sólo la familia Castro es responsable? Ya me lo creo todo de gente que cree en una ideología criminal que se superó en el siglo pasado. ¡Vete a un museo, momia!

    En cuanto al capitalismo como intrínsecamente injusto… Te recuerdo que cualquier otro sistema se ha ciscado muchísimo más en las libertades, pero especialmente los regímenes marxistas, atestiguado por cientos de millones de asesinatos. Puede que sea malo pero, en todo caso, el menos malo que ha existido en la historia de la humanidad.

  10. La escuela de la ignorancia y sus condiciones modernas – Jean Claude Michéa…

    La progresiva depauperación de la enseñanza que, a pesar de las continuas reformas educativas, viene dándose en los últimos años no es algo fortuito. Esa es la tesis que defiende Jean Claude Michéa en La escuela de la ignorancia y sus condiciones moder…

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