La noche del oráculo – Paul Auster

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La noche del oráculo - Paul AusterEsta novela cuenta la historia de un escritor, Sidney Orr, que sobrevive a una enfermedad mortal y no encuentra fuerzas para volver a escribir. Un día, compra un hermoso cuaderno portugués en una papelería regentada por un extraño chino, el señor Chang, y parece despertarse en él la inspiración. Movido por su amigo y mentor, John Trause, también escritor, escribe una historia sobre otro escritor.

Como en un juego de muñecas rusas, Auster escribe una novela dentro de una novela dentro de una novela. Y, en mitad de todas esas historias, piensa (y escribe) sobre el hecho de escribir, sobre la inspiración y la falta de ella, sobre la esperanza, la creatividad y, también, sobre el amor, la lealtad y el respeto. Quizá parecen muchas cosas para meter en un solo libro, pero os aseguro que la manera de narrar de Auster, unida a los subyugantes personajes que crea (ese señor Chang es magnífico), atrapa desde la primera página hasta la última. Auster es un maestro de la narrativa y en esta novela se suelta el pelo y alcanza unas cotas de majestuosidad literaria increíbles.

Quizás se le puede achacar su desenlace, un poco apresurado para mi gusto, motivado por ese afán de Auster por dejar las cosas «in media res» (en lugar de comenzarlas de este modo), que, en el fondo, no deja de ser un retrato fugaz y selectivo de las vidas de unas cuantas personas. También es curioso, y algo decepcionante, el hecho de que se parezca tanto a su libro anterior, «El libro de las ilusiones». Aun con todo, Paul Auster es un escritor poderoso, con una prosa que seduce y no suelta al lector, y cualquiera que lo tenga entre manos lo disfrutará muchísimo.

1 COMENTARIO

  1. A mi Paul Auster me gusta mucho, si bien La Noche del Oráculo no es, desde mi particular punto de vista, lo mejor que he leído de él. Mis dos obras favoritas de Auster son Mr. Vertigo y La Música del Azar.
    Pero lo que yo rescato de esta lectura es el momento en que una gárgola cae a los pies de Sidney Orr y esa señal es suficiente para cambiar toda su vida. Me parece una metáfora muy natural en el género humano, cuando uno se levanta en la mañana y algún acontecimiento hace que nuestra vida de un giro de 180°

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