Leer la Primera Guerra Mundial

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La Primera Guerra Mundial marcó un antes y un después en la historia reciente de la humanidad. Las sociedades y las personas no volvieron a ser las mismas tras un conflicto que superó todo lo que el ser humano había conocido hasta entonces.

  1. Con el subtítulo Diario de una escuadra, concluyó en diciembre de 1915 Henry Barbusse su novela El fuego, basada en sus propias experiencias como soldado de infantería en la Gran Guerra.
  2. «Eso no son soldados, son hombres. No son aventureros, guerreros hechos para la carnicería humana (o carniceros o ganado). Son jornaleros y obreros y se les reconoce a pesar de sus uniformes. Son civiles arrancados de cuajo de su sitio. Están a punto. Esperan la señal para morir o matar, pero se ve, al contemplar sus rostros entre los rayos de las bayonetas, que son simples hombres.»Henry Barbusse, El fuego
  3. Estallidos y bombardeos, de Wyndham Lewis (que sirvió como artillero durante la contienda) se divide en tres movimientos que abarcan el antes, el durante y el después de la Primera Guerra Mundial. En el primero, el autor nos describe prolijamente su vida durante los meses anteriores al estallido de la conflagración, cuando adquirió notoriedad como editor de Blast y cabeza visible del grupo vorticista de Londres. De esta manera Lewis presenta una instantánea de la vida cultural y social de la capital inglesa, de la que formaba parte; pero, por encima de esto, su propósito
    es retratar una realidad intelectual, anímica, conceptual, que sería destruida por la guerra.
  4. Como Remarque un año antes, Edlef Köppen publicó en 1930 un libro que recogía las vivencias de los soldados del lado alemán.
  5. Sofía Fedórchenko trabajó como enferma voluntaria en el frente ruso. En 1917 publicó El pueblo en la guerra, donde puso por escrito las historias que los propios combatientes le habían contado, tratando de dar voz de este modo a los miles de soldados rusos que lucharon en la Gran Guerra.
  6. Tras el hundimiento del Lusitania, Estados Unidos declaró la guerra a los imperios centrales, entrando así en la contienda. El soldado William Edward Campbell, conocido en el mundo literario como William March, escribió ya en casa sus vivencias con el título de Compañía K.
  7. En El Don apacible, la primera entrega de la tetralogía del mismo título escrita por Mijaíl Shólojov, también ofrece una semblanza de los horrores de la guerra en el frente oriental.
  8. Por su parte, Edith Wharton prefirió presentar en Francia combatiente la contienda con un rostro, si no amable, sí al menos en absoluto truculento. Su libro, basado en su estancia en la primera línea de batalla gracias a un salvoconducto, fue escrito para los civiles que trataban de continuar con su vida en un continente en guerra.
  9. Jaroslav Hašek recogió muchas de las experiencias del propio autor en el frente de Galitzia durante la Primera Guerra Mundial. Con Las aventuras del valeroso soldado Schwejk ofrece una visión jocosa pero tremendamente lúcida del conflicto bélico y de la vida militar: el divertido soldado Schwejk actúa como un filtro que vuelve cómico el sinsentido de la guerra.
  10. La Primera Guerra Mundial fue la primera guerra moderna, una guerra tan cruel y devastadora que pasó a ser conocida como la Gran Guerra. Los hombres que lucharon en ella aprendieron que la patria, los valores y dios eran tan solo palabras huecas por los que otros les enviaban a morir. Por ello la frase lapidaria con la que Edlef Köppen termina Parte de guerra adquiere pleno significado: «Todavía hay guerra. ¡Tocadme los cojones!»

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