Annie Salomon, hija del hispanista Noël Salomon y donante de este hallazgo, descubrió este manuscrito en una casa de campo de sus padres cuando decidió venderla.
El manuscrito consta de más de un centenar de hojas, diez de ellas numeradas por la Biblioteca Nacional en números romanos y 172 numeradas en arábigo y alternando textos mecanografiados (algunos con correcciones de Cela) con textos escritos a mano. Según detalla Sotelo en el informe, el documento es «heterogéneo, incompleto y fragmentario».
Esto se debe a que, por ejemplo, algunos capítulos contenidos en la obra original no aparecen en el manuscrito, como es el caso del primero. Por el contrario, otros episodios como el cuarto, el quinto o el sexto están prácticamente completos y con pasajes de doble versión.
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