Escalada – Ludwig Hohl

2
1633

Escalada - Ludwig HollLudwig Hohl tardó casi cincuenta años en completar la escritura de «Escalada», lo que sin duda invita a pensar en la acción del tiempo tallando las cumbres alpinas que describe en este breve relato. Podemos imaginar a Hohl como a un orfebre, tallando y engarzando cada palabra, puliendo cada frase para ajustarla exactamente a aquello que pretendía expresar. Tal vez hoy nadie tendría la paciencia necesaria para realizar un trabajo como éste.

Y aunque el resultado es brillante, no se adivina en él el trabajo exhaustivo que lo engendró: «Escalada» es un relato fluido, sencillo, casi banal. Pero mientras el protagonista asciende trabajosamente por el hielo traicionero de un glaciar, el lector se eleva sin sentirlo, paso a paso como quien da un paseo, y sólo al concluir la lectura comprende hasta qué cumbres se ha alzado.

La clave está precisamente en ese paso a paso, que define también la manera en que Hohl relata la subida a la cumbre de Ull. Desde el valle, donde Ull inicia la ascensión con Johann, se narra de manera pormenorizada cada avance hacia la cumbre, pasando por el momento en que Johann decide abandonar el ascenso mientras Ull se obstina en continuar solo y, alcanzada la cresta, iniciar el descenso.
Casi como si de un documental se tratara, en el que la cámara nos muestra el paisaje que va apareciendo conforme nos elevamos, para después detenerse en las dificultades del camino y por último recoger la manera en que el alpinista se enfrenta a ellas, así la prosa de Hohl va desgranando los pormenores de la ascensión:

Esa concavidad de la pared sur contrastaba con la estructura de la cara norte del glaciar, que era convexa, lo cual significaba que la cresta ofrecía en esa dirección una pendiente nevada que se precipitaba lentamente, y de cuyo final a penas se vislumbraba un indicio. No, no se distinguía nada más hasta que, a enorme distancia y profundidad, aparecían bosques y prados verdes, valles floridos con pueblecitos, y más bajo también, confusamente, la divisoria de los dos valles, donde ambos habían esperado el autobús tres días antes.

Cada accidente del terreno, cada peligro o ventaja, las opciones que se abren ante el escalador y las decisiones que éste toma, se narran meticulosamente pero, al mismo tiempo, con sorprendente sencillez. Y de esta manera el lector acompaña, como un espíritu vigilante, el ascenso del protagonista, examinando con él cada saliente del que penderá su vida.

Pero, más allá del preciosismo con que Hohl relata cada instante de la ascensión, y que podría circunscribir el relato a una mera curiosidad para amantes del montañismo; y por encima del tópico de la soledad de un hombre solo, criatura frágil, enfrentándose a las fuerzas de la naturaleza hechas piedra -tópico que para nada empaña la pureza del escrito-. Por encima de ambos aspectos, «Escalada» es un texto que invita a pensar en el Destino, con mayúscula.

La suerte que corren ambos escaladores, el que continúa hacia la cumbre, y el que abandona para regresar al valle, corre pareja, a pesar de que ambos se separan. Y esto incita a pensar en que su destino estaba escrito, y ninguna decisión podría haberles apartado de él. Excepto, tal vez, la de permanecer juntos.

Más de Ludwig Hohl:

2 COMENTARIOS

  1. Hola!Quería decirte que me encanta tu página.la he descubierto hace poco y ahora intento leer todas las entradas.es una de las mejores páginas sobre libros que he visto.Muchas gracias!!volverás a verme por aquí.

  2. Hola
    Se ve muy interesante el libro… la escalada es un tema que me encanta. Yo hace poco leí «Tocando el vacío» de Joe Simpson, y también es muy bueno, te lo recomiendo. Un breve comentario y algunos fragmentos salen en «plasmados»

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí