La Piedra Lunar – Wilkie Collins

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La Piedra Lunar - Wilkie CollinsWilkie Collins puede ser considerado el padre del género de las novelas de detectives. En La Piedra Lunar nos presenta la misteriosa historia de la desaparición de un enorme diamante la misma noche del día en que es entregado como herencia a la joven Rachel Verinder.

Pero el diamante, que había sido robado décadas atrás de un templo indio por un oficial británico, tiene una enigmática historia y es vigilado por tres hombres hindúes que pretenden recuperarlo para restituirlo al santuario del que nunca debió salir. ¿Ha sido la Piedra Lunar robada por sus protectores indios o bien alguien cercano a la joven heredera es el autor del robo?

Con estos ingredientes Collins prepara una novela que sigue la estructura que ya usara en La dama de blanco: los diferentes protagonistas de la historia narran de manera independiente los hechos, proporcionando únicamente la información que en el momento en que estos sucedieron tenían. De esta manera, a base de las narraciones fragmentarias de los intervinientes en la acción, el lector va haciéndose una imagen de la historia completa. Por supuesto, las piezas del rompecabezas no son tan sencillas de encajar y los giros inesperados de la trama y la sabia dosificación de la información por parte del autor mantienen el misterio hasta el final.

No obstante, La Piedra Lunar carece del brío y de los sobresaltos narrativos que ofrece La dama de blanco, una novela mejor trabajada y que, aunque escrita casi diez años antes, tiene más madurez. No se puede decir que en La Piedra Lunar la trama flojee o sus elementos no encajen pero, al tiempo, es una pieza menos lograda que no despierta de forma vehemente esa pasión por llegar a la resolución final que toda novela de misterio debe excitar.

A pesar de ello, la novela que nos ocupa tiene algunos aciertos reseñables, como el peculiar personaje de Gabriel Betteredge, el mayordomo de la señora Verinder, que participará de forma activa en la resolución del enigma que rodea a la desaparición del diamante. Betteredge representa el más británico sentido común, a pesar de la particularidad de que su libro de cabecera, al que consulta como si de un oráculo se tratara, es el Robinson Crusoe de Daniel Defoe. Poco a poco sin embargo es afectado por lo que el mismo definirá como «fiebre detectivesca», una contagiosa enfermedad que le hará abandonar su circunspección para lanzarse en busca de pistas que ayuden a descubrir al ladrón de la Piedra Lunar.

Una lectura ideal para todos los amantes del género de la novela policíaca, especialmente aquellos que deseen acercarse a sus orígenes; y, por supuesto, para todo lector que quiera pasar un rato de buena lectura.

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