Reacciona – VVAA

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Reacciona - VVAADespués de haber leído, y comentado aquí, libros que llamaban a una toma de conciencia, a un despertar ciudadano —especialmente necesario después del estallido de la crisis y sus nefastas consecuencias en cuanto a retrocesos en los derechos sociales trabajosamente conquistados—, como el reciente ¡Indignaos! de Stéphane Hessel, u otros anteriores como La insurrección que viene o Llamamiento; se echaba de menos una llamada dirigida a los españoles, donde se retratasen los problemas y la idiosincrasia de nuestro país y se nos apelara de manera más cercana y personal.

Pues bien, varias voces de relevancia (José Luis Sampedro, Baltasar Garzón), o resonancia (Ignacio Escolar, Juan Torres López, Javier Pérez de Albéniz, entre otros) nacional se han unido ahora atendiendo a la convocatoria lanzada por Rosa María Artal, a quienes muchos lectores conocerán por su blog El Periscopio, donde tantas veces ha demostrado su deseo de pasar de la palabra y las buenas intenciones a la acción.

Reacciona es el fruto de ese llamado, y es un potente aldabonazo en la conciencia de los españoles. Para quienes seguimos habitualmente los blogs de los economistas, periodistas, activistas sociales o científicos que aparecen en el libro, o simplemente para quienes se mantengan al día de la verdadera actualidad (no esa que nos muestran los medios de desinformación), la mayoría de las ideas recogidas en este libro no son novedad. Pero expuestas todas juntas, explicadas sucinta y limpiamente, aportando datos, cifras y estadísticas, mueven verdaderamente a la acción, incitan a emprender ahora mismo ese camino de regeneración que España necesita y el mundo entero reclama.

José Luis Sampedro, como Stéphane Hessel en su último libro, nos invita desde la veteranía a luchar por preservar los derechos que la sociedad ha conquistado a fuerza de luchas, muchas veces devastadoras; así como a conceder nuevo poder y credibilidad a las Naciones Unidas, hoy en día apartadas a un lado por ese G20 que elimina de la ecuación a la mayoría de los países, y pone el beneficio de las corporaciones y la banca por encima de los derechos fundamentales del hombre.

Por su parte, Baltasar Garzón hace una lúcida reflexión sobre el estado de la Justicia en España, la renovación a la que debe someterse para que los ciudadanos vuelvan a creer en ella y su deber de actuar como se espera de uno de los pilares fundamentales de la democracia y la sociedad. También hay espacio para la reflexión acerca del empuje que se le debe dar, desde todos los organismos, pero necesariamente a instancia de los españoles, a la educación y a la investigación. Para Carlos Martínez y Javier López Facal un país no puede crecer en libertad y democracia sin educación; y no puede crecer en productividad y empleo sin inversión en ciencia y tecnología.

En el tema de la importancia de la educación y la cultura como único medio de convertirnos en ciudadanos libres, con criterio y reacios a dejarse manipular por ningún poder, inciden la propia Rosa María Artal y Javier Pérez de Albéniz. Ambos hacen hincapié además en la manera en que los medios de comunicación en general, y la televisión en particular, entregados a manos de los poderes económicos y políticos, contribuyen al estado de anestesia general, fomentan el individualismo y desinforman a la ciudadanía para mantener el statu quo.

Especialmente desolador es el panorama reflejado por Ignacio Escolar en el capítulo titulado «La generación estafada». En él recoge la inadmisible situación de los jóvenes españoles, a quienes se les ha cambiado el derecho a un trabajo y una vivienda digna por la playstation. Tasas de paro superiores a las de Irak, sueldos que son (en el mejor de los casos) la mitad del salario alemán y que pierden poder adquisitivo cada año, pensiones de las más bajas de Europa, remuneraciones para los directivos a la cabeza de la media europea, la mitad de los jóvenes menores de 34 años viviendo en el hogar paterno… Y un largo etcétera de atropellos que la sociedad española ¿va a soportar sin rechistar?

Reacciona es una lectura imprescindible y es más que un llamamiento a la indignación. Es un llamamiento a la acción. A que tomemos las calles, a que recuperemos el poder que se le supone al pueblo en democracia. A que empecemos a construir una sociedad más justa, equitativa y solidaria. De todas las provechosas reflexiones que reúne el libro me quedo con la de José Luis Sampedro: «Es el momento de la acción entre todos porque otro mundo no sólo es posible, es seguro. Si mejor o peor, dependerá de nuestra reacción.»

¡Reacciona!

4 COMENTARIOS

  1. Ahora defender la justicia social es ser sectario. Bueno pues yo soy sectario, ojala la lectura de este manifiesto fuera obligatoria en el bachillerato, por lo menos a la mentes abiertas de la juventud estas ideas seguro que les llenan mas que estereotipadas clases de filosofia

  2. La pena es que el compendio de autores (en su mayoría) destile odio, sectarismo e intolerancia por todo aquel pensamiento que no comulgue con el suyo.

    Una oportunidad desaprovechada.

    • No creo en absoluto que los autores que participan en «Reacciona» destilen ningún tipo de odio o sectarismo. Exponen unas ideas y, en algunos casos, una realidad demostrable empíricamente (datos del paro, niveles salariales, datos sobre legislación), pero en ningún momento atacan posibles posturas contrarias. Evidentemente, quien no esté de acuerdo con las ideas fundamentales del libro: justicia igualitaria para toda la población, redistribución de la riqueza, fin de determinados privilegios, apuesta por lo público, etc. no se sentirá identificado con sus postulados, pero creo que es excesivo afirmar que se puede sentir atacado. Por otro lado, no creo que quien no esté de acuerdo con ese ideario elija precisamente esta lectura.

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