Crónica de Dalkey – Flann O’Brien

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Crónica de Dalkey - Flann O'BrienHace no mucho terminaba de leer maravillada «El tercer policía» y quedaba a la espera de la aparición de «Crónica de Dalkey», obra de Flann O’Brien inédita hasta la fecha en castellano y cuya publicación debemos ahora al buen hacer de Nórdica.

Publicada por primera vez en 1964, «Crónica de Dalkey» es la última novela de O’Brien y en ella volvemos a encontrar a De Selby, el estrafalario científico cuya obra estudiaba el protagonista de «El tercer policía«, pespunteando con sus apuntes sobre la misma la historia que entonces se narraba.

En esta ocasión, De Selby se convierte en el centro de la acción cuando Mick y su colega Hackett se topan con él una mañana en el pequeño pueblo costero de Dalkey y éste les desvela su fabuloso descubrimiento: un preparado gaseoso ideado para destruir a la Humanidad pero capaz también de capaz de alterar la dimensión del tiempo.

De Selby es un hombre de excelente educación y gran inteligencia, convencido de la necesidad de destruir el mundo entero porque:

Merece ser destruido. Su historia, su prehistoria, incluso su presente, es un documento nauseabundo de pestilencia, hambruna, guerra, devastación y miseria, tan terrible y variopinto que su profundidad y horror es algo que desconocen los hombres.

Mick queda impresionado por la preclara inteligencia de un hombre que, como demostración de la eficacia de su preparado, le invita junto con su compañero Hackett a mantener una conversación con San Agustín en la que se discute, entre otras cosas, el derecho de Judas a estar en el Cielo. Sin embargo, desea evitar a toda costa la destrucción del mundo, por lo que pergeña un plan para hacerse con la maravillosa sustancia de De Selby, poniendo así a salvo a la Humanidad.

Al mismo tiempo, Mick se entera de que James Joyce, un escritor al que admira sobre cualquier otro, no está muerto, como todos creen, sino que vive en un pequeño pueblo cercano a Dublín. Allí le localiza, trabajando como camarero en un pub, pero por desgracia, Joyce niega haber tenido nada que ver con la escritura de «Ulises», que juzga como una obra pornográfica y satánica.

En un juego de intenciones paródicas, O’Brien introduce en «Crónica de Dalkey» una disertación del sargento Fottrell que reproduce casi ad litteram la teoría de la biciclosis que ya aparecía en «El tercer policía»: una extraña enfermedad por la cual aquellos que montan mucho en bicicleta acaban convirtiéndose en biciclos en un tanto por ciento que aumenta según el número de horas en contacto con la máquina.

No tan delirante como la más conocida de las obras de O’Brien, «Crónica de Dalkey» es una obra magnífica, donde lo maravilloso convive con lo ordinario sin aparente confrontación. Con un lenguaje sencillo y un finísimo sentido del humor, el autor logra crear una realidad donde las cosas son lo que parecen, pero no son como ordinariamente creemos. Los personajes de O’Brien parecen tener muy claro que cualquier cosa es posible, por lo que mantener una conversación con San Agustín no les parece más extraño que tomarse una cerveza. Pues el propio autor narra los hechos como si lo contado nada tuviera de fantástico y fuera algo que a cualquiera le puede acontecer en su día a día.

Admirado por Samuel Beckett y James Joyce, e incluido por Harold Bloom en su índice «El canon occidental», Flann O’Brien es un autor que se hace valer por méritos propios.

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2 COMENTARIOS

  1. No me ha gustado tanto como El tercer policía. De hecho, me ha parecido un refrito de las ideas del primero. De hecho, he encontrado esta página mientras buscaba información sobre Flann O’Brien. Mi enhorabuena, Sra. Castro.

  2. De Selvy, ese hombre que pretendía que la noche era una especie de contaminación atmosférica y se dedicaba a regar el cielo intentando limpiarlo.
    También he leído at-swim-two-birds, pero me resultó más interesante el tercer policía.

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