
En Trabajo y comunismo se reúnen varios escritos y charlas que William Morris escribió o dio a lo largo de varios años, fundamentalmente en la década de los ochenta del siglo XIX. El tema central (como se puede deducir por el título de la recopilación) es el del comunismo y su implantación en la sociedad inglesa de la época, dominada por un entorno industrial floreciente que imponía unas condiciones de vida penosas a una gran parte de la población obrera. Dado el interés del autor por el trabajo artesanal y la vuelta a unos métodos manufactureros, renegando de la producción industrial, sus ideas comunistas tienen una pátina de inocencia que contrasta con el evidente desarrollo social que se vivía a finales del siglo XIX; a pesar del evidente interés que suscita la tesis comunista en un entorno de explotación como es el de la Inglaterra decimonónica, lo cierto es que Morris pecaba de un «buenismo» que oscila entre lo caprichoso y lo bucólico.
Con todo y con eso, la honradez y la bondad que se desprenden de sus opiniones expresan a las claras la postura de aquellos que creían (y creemos) que el ser humano es algo más que mano de obra. Cuando el autor imagina la sociedad del futuro, sus palabras, aunque soñadoras, son entusiastas:
Es una sociedad que no conoce el significado de las palabras rico y pobre, o los derechos de propiedad, o la ley y la legalidad, o la nacionalidad. Una sociedad que no es consciente de ser gobernada, en la que la igualdad de condición es normalidad y en la que ningún hombre por servir a la comunidad es recompensado con el poder de dañarla.
Las palabras de William Morris nos revelan el ideal de un hombre que confiaba en sus semejantes, que anhelaba una sociedad distinta e igualitaria; un hombre que a pesar de su tenaz idealismo se consagró a la defensa de unos ideales nobles. En estos escritos podemos observar su vehemencia en la consecución de esos ideales, si bien el tono general es más de arenga que de reflexión, ya que algunos se organizan como conferencias en lo que importaba más el efecto causado en la audiencia que el desarrollo teórico de las tesis que se exponían.
Una última mención para la desastrosa edición del libro, repleto de faltas de ortografía, mala puntuación y una aparente carencia de corrección que hace de algunos pasajes un auténtico desastre. Si la buena edición es importante para cualquier texto, aún lo es más en el caso de ensayos en los que las ideas que se transmiten deben llegar de forma clara y ordenada al lector.
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