No creo que exista un título más adecuado para un libro de estas características; ni tampoco que haya un término tan óptimo para definir lo que estamos viviendo en los últimos años como es «saqueo». A pesar de la ingente literatura que la crisis actual ha engendrado, no está de más tratar de informarse por todos los medios de cuáles han sido las tácticas que se han empleado para lanzar un ataque coordinado a la sociedad en su conjunto y desposeer de recursos a muchos para trasladarlos a unos pocos. La periodista Ana Tudela realiza un ejercicio de análisis informativo de primer orden en este ensayo que inaugura una nueva colección de la editorial Akal, A Fondo (en la que se expondrán temas de actualidad desde una perspectiva divulgativa y con rigor informativo), y que ofrece una aproximación a los verdaderos intereses de esta crisis que tiene poco de fortuita y mucho de oportunista.
El título del primer capítulo de Crisis, S.A. El saqueo neoliberal ya nos indica muy bien el auténtico carácter de la situación que vivimos: «El juego de los trasvases». Y es que detrás de la evidente caída de la actividad económica no se esconde una simple crisis coyuntural, sino un plan orquestado para que la riqueza no se distribuya entre todas las capas sociales y, por el contrario, se redirija hacia los bolsillos de una minoría privilegiada. La crisis que comenzó en 2008 no fue anecdótica, imprevisible y mundial; en realidad es producto de una concepción de la economía como «cortijo» en el que unos pocos juegan mediante la especulación, pero en lugar de arriesgar sus propios capitales, se lanzan al tablero con el dinero de todos. Por eso hablamos constantemente de «socializar las pérdidas»: en el caso de la economía especulativa que se promueve desde la órbita neoliberal (que incluye empresas, gobiernos, personas y grupos) las ganancias que se obtienen son siempre privadas, mientras que las pérdidas se endosan —mediante operaciones de maquillaje legal llevadas a cabo por los distintos estados— al conjunto de la sociedad.
En el caso de nuestro país, como bien se encarga de documentar y explicar la autora, ese proceso se urde en agosto del 2011, momento en el que gracias a la connivencia de los dos partidos (entonces) mayoritarios se modifica el artículo 135 de la Constitución para que el pago de la deuda se convierta en prioridad absoluta:
Absoluta. Por encima de pensiones, desempleo, sanidad, educación y dependencia. […] Ya tienen un arma para combatir la morosidad surgida tras el estallido de la burbuja y la delicada solvencia (léase quiebra) de las entidades, ante la depreciación de los activos inmobiliarios en lo que invirtieron. Sólo falta transformar esa deuda privada incobrable en deuda pública. Ponerla en el debe del fondo común de los españoles.
Con esta modificación (llevada a cabo, como no podía ser de otra manera, de espaldas a la sociedad y con un oscurantismo absoluto) se garantiza que la empresa privada podrá sanear sus inversiones con cargo al bolsillo de los ciudadanos: los beneficios han ido a parar a unas pocas manos, pero las pérdidas se reparten entre todos.
Siguiendo esta estela, uno de los objetivos claros de la oligarquía neoliberal es la masa trabajadora. Los salarios pronto son señalados como elementos que «dificultan» la recuperación económica (otro elemento considerado casi sagrado, pero claramente inalcanzable con este modelo social y productivo), por lo que un paso evidente es cargar contra sindicatos, convenios, contratos y trabajadores en general. En este sentido, otros procesos secundarios tienen como fin el desmantelamiento del estado social tal y como lo conocemos: se arremete contra las clases medias y bajas (con subidas de impuestos indirectos, por ejemplo); se desestabilizan sectores clave, como el educativo o el sanitario, con recortes masivos arguyendo su ineficacia; se promueve la creación de nuevas burbujas basadas en sectores de escaso valor, como la construcción o el turismo; y, por supuesto, se mantienen o mejoran los privilegios de la minoría elitista que maneja los hilos de estas reformas (beneficios fiscales para las rentas del ahorro, falta de inspecciones fiscales, etc.).
Quizá el aspecto más sangrante de todo este proceso sea la privatización de servicios básicos para lograr el enriquecimiento de una oligarquía en detrimento del ciudadano. El capítulo dedicado a la privatización de hospitales es sangrante, vergonzoso, repulsivo y abyecto: un compendio de prácticas bochornosas, con la connivencia de administraciones públicas y representantes políticos, que ponen de manifiesto el verdadero juego que se está llevando a cabo delante de nuestras narices.
Crisis S.A. es un ensayo que aúna los datos con el análisis, y además de una manera directa, clara y coherente. Un libro necesario, valiente y que debería ser lectura obligada para todos aquellos que nos preocupamos por la deriva que está tomando la sociedad en estos tiempos.
En Chile-sudamerica-cono sur-al lado de Argentina. .ha pasado lo mismo..los políticos del duopolio (partidos de derecha extrema sumados a partidos de centro derecha como el partido socialista y la democracia cristiana), han privatizado todo, socializado las pérdidas y privatizado las ganancias, le han asegurado al capital nacional e internacional los mayores y más obscenos privilegios de saqueo, depredacion y explotación. El resultado es que las masas explotadas no tienen nada garantizado, ni la educación, ni la salud, ni la vivienda ni siquiera la previsión social, todos los excedentes del Estado pasan al bolsillo de múltiples parásitos como las FFAA, la clase política y la oligarquía nacional (familia Luksic, familia Matte, grupo Saié, Paulman, los Angelini, los Piñera y otros) no quedando prácticamente nada para el 95% de la población restante que es la que produce la riqueza. No mencioné que además gran parte de la renta producida en Chile proviene de su actividad minera la cual casi en un 80% está en manos de capitales financieros extranjeros lo cuales drenan millones de dólares a sus respectivas empresas matrices alojadas en paraísos fiscales. Sin pagar ni medio centavo de impuesto por depredar, arrasar y contaminar nuestro territorio. Explotados del mundo. .uníos…
El panorama dibujado que no es propio de España, sino un esquema universal de las economías neoliberales, las afirmaciones traducidas en la reseña, pareciera que están hablando de las reformas que a contrapelo se están efectuando en México y no cabría otra cosa que rezar. Descanse en paz. Si hay versión virtual solicito mas información.