La revolución ecológica – Raúl de la Rosa

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La revolución ecológica - Raúl de la Rosa«La búsqueda de la libertad a través de la ecología y la solidaridad» es el subtítulo de este libro y la propuesta que Raúl de la Rosa, escritor y filósofo práctico, nos plantea en él.

Cada vez más la ecología está dejando de verse como una disciplina científica para empezar a concebirse como una filosofía, un modo de vida basado en el respeto, no sólo hacia la naturaleza, sino sobre todo hacia uno mismo y hacia los demás. Así, en los últimos tiempos el ser humano ha tomado conciencia de que todos sus actos tienen consecuencias, pues a pesar de su soberbia, no es más que un organismo interactuando con millones de otros organismos, de tal modo que cuanto realiza en su entorno repercute en su propia vida.

De la Rosa pretende con este libro que, conscientes por fin de esa realidad, cada individuo tome la decisión de promover un cambio que transformará el mundo. Este cambio, por desgracia, es urgente. A pesar de que se trata de adormecer nuestra conciencia con campañas con eslóganes del tipo «desarrollo sostenible», éstas ocultan en realidad la voluntad de los estamentos que nos dirigen de no variar un ápice el rumbo de los acontecimientos.

Paralelamente a la conciencia ecológica, el ser humano ha desarrollado la certeza de que quienes dominan el mundo, es decir, las grandes corporaciones supranacionales, no tienen ningún interés en cambiar una situación que las beneficia. La contaminación ambiental, el cambio climático, la pérdida de terrenos cultivables, la deforestación, el mal uso del agua y una larga lista de desastres que amenazan, hoy más que nunca, al hombre, son consecuencia del ansia de lucro de unos pocos. Y ya todos nos vamos dando cuenta.

La salud y la vida del hombre se ven amenazadas sin que se planteen remedios para cambiar esta situación. Los titubeantes pasos que desde los gobiernos se dan, no son sino maniobras encaminadas a tranquilizar la conciencia de una población que siente temor ante un futuro que no se presenta nada halagüeño.

Así, mientras la población de los países del llamado primer mundo comienza a preocuparse por una situación cuya fealdad se hace cada vez más palpable, los habitantes de los países en vías de desarrollo sufren las consecuencias de nuestra errónea manera de entender la vida desde hace siglos. Esquilmados sus recursos naturales, explotadas sus poblaciones, entregadas al hambre, la enfermedad y la guerra, ahora hacemos planear sobre su cabeza la amenaza de los cambios globales que se avecinan. Sin embargo, esos cambios, son el precio a pagar por un desarrollo mal entendido que esos países jamás han llegado a disfrutar.

Y es que ha llegado el momento de replantearse esto que entendemos por desarrollo y que no es más que consumo desaforado, auspiciado por un sistema que se beneficia de nuestra demencia, y que nos convierte en sus esclavos sin sentir. Ha llegado el momento de poner en la balanza los beneficios reales que nos reporta el sistema en que vivimos, y los beneficios de cambiar ese sistema en un intento de edificar una sociedad más justa, más sana, más preocupada por su entorno.

Ese cambio, que todos sabemos necesario, no vendrá dado. Nadie dictará la norma por la cual habremos de cambiar nuestros malos hábitos, habremos de aprender a respetar al prójimo y a cuantos nos rodean. Ese cambio, esa revolución, debe venir de nosotros mismos, de un acto de reflexión que nos ayude a plantearnos nuestras prioridades y del cual se desprenda un deseo de actuar, de atreverse a cambiar todo aquello que ha demostrado los graves perjuicios que puede ocasionar.

Un libro de lectura necesaria que, lamentablemente, se cae de las manos. Una buena corrección de estilo y ortotipográfica hubiera ayudado en la lectura de un libro cuyos postulados son exactos pero cuya lectura ofende por la mala redacción y las continuas faltas ortográficas. Una lástima que Icaria, una editorial comprometida con la publicación de libros destinados a la divulgación y la concienciación, no cuide más estos detalles.

5 COMENTARIOS

  1. Gracias por el dato Iulius, no teníamos ni idea.
    En cuanto al tema del «SDL Magazine», sólo necesitamos un socio capitalista 😉 ¿Voluntarios?

  2. Hola :O)
    Acabo de veros como web recomendada en la revista «Personal computer & Internet». Enhorabuena :O)
    Otrosí: ¿para cuándo «SDL magazine»¿¿¿¿ ¿¿¿para cuándo «Ediciones SDL?????

    :O)

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