Escrita en 1930, Pero… ¿hubo alguna vez once mil vírgenes? es un guiño divertido de Enrique Jardiel Poncela a las abundantes novelas y ensayos que por la época se encargaban de estudiar el tema del donjuanismo, adentrándose en las poco exploradas tierras de la sexualidad humana. Buena prueba de ello es la divertida dedicatoria de la obra que hace el autor a don Gregorio Marañón, quien una década después de la aparición de la novela de Jardiel publicaría su Don Juan. Ensayo sobre el origen de su leyenda.
Pero… ¿hubo alguna vez once mil vírgenes? es una novela de aventuras disparatada, totalmente jardielana, que gira en torno a la figura de un don Juan llamado Pedro, un hombre guapo y rico que hace de la seducción un arte al servicio de una venganza. Contagiada de la velocidad desenfrenada de la vida moderna que el autor gustaba de representar, la obra se caracteriza por un ritmo trepidante: comienza la acción in media res, cuando Pedro conoce a Vivola Adamant, la única mujer que se le resiste en su larga carrera de conquistador, para dar inmediatamente un salto atrás que permita al lector conocer los inicios como donjuán del protagonista y la razón por la que se ve obligado a rendir mujeres una tras otra, para después volver al presente donde el aprendizaje de un discípulo sirve de excusa para presentar el método infalible del donjuán, y acabar finalmente desembocando en un final tragicómico donde desde luego no hay redención.
Jardiel Poncela es el maestro indiscutible de la frase brillante, del diálogo vivo y chispeante que le valieron merecida fama como autor teatral. Y sin embargo es en la novela donde demuestra las dotes de un excelente escritor que se dedicó al humor con toda seriedad, pues es en su breve producción novelística donde el lector puede complacerse con la narrativa de un autor original que esconde tras sus desopilantes argumentos una visión certera de la vida y del ser humano. Un escritor marcadamente simbolista en sus descripciones, que se sirve de imágenes chocantes pero exactas para describir esa realidad descarnada que se oculta detrás de los artificios (amor, arte, dinero) con las que el hombre se obstina en engañarse. Toda una filosofía mordaz e hiriente se descubre en las novelas de Jardiel Poncela:
Que en la Humanidad son humildes los que no pueden ser soberbios y son soberbios los que carecen de talento en absoluto, lo que motiva el que unos y otros deban ser despreciados por igual. Que la bondad hace nacer la ingratitud; de suerte, que la verdadera bondad consiste en ser malo para evitar que los demás caigan en el horrible vicio de ser ingratos. Que los tontos sólo aman a lo que los adulan, y los listos ni a ésos.
Esa filosofía descarnada y caustica que pespuntea la obra de Jardiel y abunda en Pero… ¿hubo alguna vez once mil vírgenes?, se maquilla tras la vida brillante de los personajes, tras sus aventuras elegantes y estrambóticas en las que late un indomable puso vital, una necesidad de apurar la copa hasta las heces, una intensa alegría de vivir que compense precisamente el amargo sabor que a veces tiene la existencia.
Pues tal vez detrás del jocoso final de Pero… ¿hubo alguna vez once mil vírgenes? existe una reflexión sobre la pérdida irremediable de la pureza en una sociedad que busca desquiciada apartar la vista de todo lo que no es bello.
Más de Enrique Jardiel Poncela:
- A 40 kms del Pacífico y 30 de Charles Chaplin
- Amor se escribe sin hache
- Diez minutos antes de la medianoche
- ¡Espérame en Siberia, vida mía!
- Novísimas aventuras de Sherlock Holmes
- La tournée de Dios
- Los 38 asesinatos y medio del Castillo de Hull
- Ventanilla de cuentos corrientes
Es de lo mejorcito que se puede leer hoy dia. Irónico y punzante, desvela muchas de las miserias humanas en tono jocoso. Parece trasnochado, pero es el fiel reflejo de la sociedad actual.
[…] tanto! –confirma el Hombre Perplejo- El propio Jardiel tendría que reescribir ahora su novela Pero…¿hubo alguna vez once mil vírgenes? Cambiando a las vírgenes por los políticos honrados…¿hubo alguna vez once mil ejemplares de […]
Hola: se enlaza a esta reseña en mi blog.
http://www.comunsinsentido.com/2012/10/yorkshire-i-uk-666-07-a.html
Un saludo
[…] […]
A los 13 años de edad tuve la oportunidad de leer Pero ¿ Hubo alguna vez once mil vírgenes? y seguro estoy que la forma dinámica y picaresca del relato y el final de la vida del personaje principal, me dejaría con un recuerdo para toda la vida. Hoy se los he contado a mis hijos y nietos, y estoy buscanmdo el texto para leerlo nuevamente. Tengo 57 años y vivo en Ecuador- Provincia de Los Ríos- cantón Babahoyo
¿pero hubo alguna ez once ml virgenes? tuve la fortuna de que para el maestro de literatura universal fuera una lectura sugerida-obligada en su clase nivel preparatoria (año de 1962) asi como algunas otras mas.
ahora 57 años despues la leo de nuevo y sigo interesado en lo escrito por el maestro enrique jardiel poncela.
A pesar de que leí la novela mucho tiempo atrás, aún recuerdo las picarescas románticas aventuras del protagonista. Disfruté muchísimo este libro.
He leìdo hace años,algunas obras de este genial autor en los momentos en que viajaba en colectivo,a la mañana,hacia mi trabajo.No podìa dejar de reir al leer algunas fantàsticas ocurencias que,de pronto,como pinceladas humorìsticas, ponìa el autor inesperadamente, en medio de algùn pàrrafo.La gente me miraba sorprendida y, en algunas oportunidades, me preguntaron què era lo que estaba leyendo y me causaba tanta gracia.Asì muchos supieron del autor,.hasta alguien llegò a comentar que gracias a mis explicaciones habiàn conocido a este magnìfico escritor y adquirido algùn libro.Lo ùltimo que leì,fuè «La tournè de Dios» y ahora,jubilado y de mucha edad,vuelvo a releer sus obras para alegrar mi vejez.Antonio Guillermo(Buenos Aires)
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