«Eclipse» narra la historia de un actor que, después de quedarse mudo un dÃa sobre el escenario, se refugia en la vieja casa de su familia, donde creció, para tratar de ‘encontrarse a sà mismo’. La relación con su mujer parece destinada al fracaso y su hija, aquejada de un trastorno depresivo, hace ya tiempo que se ha marchado de su lado. En mitad de un paraje desolado y solitario, el protagonista narra episodios de su vida (entreverados con los descubrimientos que realiza conforme avanza la novela) de forma deshilachada, constituidos por recuerdos y sensaciones. Durante su aislamiento, conocerá al cuidador de la casa, un viejo vecino, y a su hija adolescente, ambos solitarios y dotados de un aura especial. Además, en la casa pueden sentirse presencias fantasmales, aunque nadie sabe exactamente de dónde proceden.
La prosa de John Banville es altamente visual; las descripciones son vÃvidas, muy trabajadas, con un predominio del adjetivo muy efectista, algo recargado. Esto contribuye al extrañamiento del lector, que no ve franco el camino para comprender la peripecia del protagonista. La novela pretende ser un camino de iniciación, una comprensión de determinadas verdades (la renuncia, la culpa), pero la retórica estilista y barroca desvirtúa a los personajes involucrados en la historia. El final trata de ser un golpe de efecto en la historia del personaje, pero debido a la falta de intensidad en su construcción, su tragedia no afecta en lo más mÃnimo.
En general, la narración peca de banalidad, de cierta inocencia en la construcción de personajes, aunque la prosa está muy trabajada; como tantas otras veces, el difÃcil equilibrio entre el fondo y la forma no se alcanza, y Banville naufraga al tratar de suscitar el interés en el lector, que después de paladear dos docenas de adjetivos por cada sustantivo, olvida el propósito de la descripción. Chanzas aparte, el trasfondo de la novela queda deslucido por la inanidad de su planteamiento (hombre maduro que se cuestiona su existencia) y su florida (y enrevesada) prosa. Aunque leer el libro pueda resultar placentero, el desarrollo de los acontecimientos no atrapa la atención, incluso contribuye a socavarla, por lo que el resultado final es, cuando menos, de apatÃa.
No hago caso de reseñas que usan el verbo «atrapar».
Será porque en Banville la trama no es lo más importante de la narración. ¿A quién le importan los ires y venires de una historia? Lo importante es ver como estos personajes reaccionan ante las situaciones, ante el paisaje, ante el espectáculos de sus vidas.
Salud,
D
Comparto en su totalidad los comentarios vertidos por el Sr. Molina ya que mi decepción fue semejante.
Mi primera relacion con Banville fue a traves de «El Mar», libro que recomiendo por una trama y una belleza narrartiva significativa.
Vale recalcar que si alguien se inclina por comenzar con John Banville no lo haga con «Eclipse» y en lo posible hasta se lo puede saltear.