Si bien el tema de este ensayo pudiera hacernos pensar en los pueriles y sospechosos manuales de autoayuda que tanto proliferan en nuestros dÃas, lo cierto es que no hay nada más alejado de la realidad. El rigor filosófico de Bertrand Russell aborda el asunto de la consecución de la felicidad con seriedad, inteligencia y reflexión, alejándose de tópicos y buscando en todo momento arrojar algo de luz sobre los elementos (internos y externos) que pueden provocar nuestra infelicidad o ayudarnos a conseguirla. Asà y todo, La conquista de la felicidad no es, en absoluto, un libro abstruso o volcado en la introspección psicológica; lejos de ello, el autor expone sus ideas con elocuencia, echando mano de ejemplos o hechos reales, y en todo momento mantiene un tono cercano, coherente y cabal.
Para hacer su exposición clara y directa, Russell divide el ensayo en dos partes bien diferenciadas: en la primera se dedica a mostrar las causas de la infelicidad, mientras que en la segunda sugiere las que la pueden otorgar. Entre las primeras comienza hablando sobre esa especie de tedio vital o ennui que embarga a muchas mentes dedicadas a la contemplación o el estudio; las emociones de la inteligencia, aunque gratas, no son comparables a las del mundo real, por lo que el autor recomienda no abismarse en ellas. Pasa después a criticar la visión de la competencia como motor de evolución y de éxito; pocas recompensas se pueden obtener de una vida dedicada solo a la lucha (con otros, con nosotros mismos, con la naturaleza) si no empleamos algo de energÃa en atender otras necesidades. En sus propias palabras: «A menos que se le haya enseñado qué hacer con el éxito después de conseguirlo, el logro dejará inevitablemente al hombre presa del aburrimiento.»
Precisamente el aburrimiento, o su falta, se constituye también como una amenaza para la felicidad. Russell considera que la exaltación constante es imposible, por lo que hay que aceptar como una parte inherente de nuestras vidas cierto grado de aburrimiento en determinados momentos o durante determinadas tareas; una vida tranquila, sosegada, es preferible, pues, a una búsqueda incesante de la novedad.
La ansiedad también es un elemento constitutivo de la infelicidad, por lo que el autor recomienda reflexionar con calma sobre las causas que le atribuimos y restarles importancia. Aunque el enunciado suene a perogrullada, Russell teje su argumentación con una variedad de ejemplos que nos muestran con sencillez nuestra propensión a caer en la desesperanza y la relativa facilidad con la que podemos dominarnos para ser más dueños de nosotros mismos. Ese autocontrol se basa en la reflexión, el conocimiento, la apertura de miras y el cuestionamiento de las normas sociales. Estos elementos sirven para explicar y diseccionar otros causantes de la infelicidad, como el egoÃsmo, el temor a la opinión ajena o las constricciones morales o religiosas.
Frente a todo esto, Bertrand Russell opone una serie de caracterÃsticas o aspectos que pueden contribuir a alcanzar la felicidad. Entre ellos se encuentran la capacidad de entusiasmarse por lo que hacemos o vivimos; el amor hacia otros y el que estos nos devuelven; el esfuerzo por alcanzar algunos de nuestros propósitos y la necesidad de afrontar la frustración por no alcanzar otros; o la comunión tanto con nosotros mismos como con el mundo que nos rodea. El autor lo resume de manera concisa y hermosa con estas palabras:
El secreto de la felicidad es este: que tus intereses sean lo más amplios posible y que tus reacciones a las cosas y personas que te interesan sean, en la medida de lo posible, amistosas y no hostiles.
Russell dista mucho de ser un moralista al uso, por lo que se aleja de cualquier atisbo de abnegación o entrega; para él, el interés por lo que nos rodea, por los demás, construye en nosotros una conciencia que nos impulsará a comportarnos con justicia y honradez, sin ningún tipo de imposición ética proveniente de una entidad (ficticia o real) superior. Una buena vida será asÃ, en consecuencia, una vida feliz.
La conquista de la felicidad es, pues, un manual del que se pueden extraer sabios conocimientos acerca de cómo afrontar la vida para ser mejores personas, lo cual contribuirá, sin duda, a hacernos también seres más felices. Un rasgo que redundará en todos los aspectos de nuestra vida.
Más de Bertrand Russell:
MUY BUENA DESCRIPCIÓN DE LO QUE PUEDE ESCRIBIR UN GENIO COMO LO FUE BERTRAND, QUE NO SIEMPRE ACATÓ NI APOYÓ LAS DECISIONES DE SU GOBIERNO, POR LOS QUE ME PARECE QUE FUE SANCIONADO…UN FUERA DE SERIE, COMO SE DICE HOY.
Si claro La Conquista de la Felicidad , es una obra cumbre de , George Bernard Russell, sabio de todos los tiempos , tal vez el secreto de la longevidad de este ingles que llego a se premio nobel de literatura siendo uno de los mas eruditos cientÃficos matemáticos de sus tiempo, me encanto leer su reseña, que me lo trajo a la memoria , si pero es muy difÃcil alcanzar lo que el autor propone , eso es todo.
Jorge López Zegarrra