Narrativa completa – Edgar Allan Poe

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Narrativa completa - Edgar Allan PoePoco se puede añadir en una simple reseña a lo mucho que se ha comentado ya en otros ámbitos sobre Edgar Allan Poe y su incontrovertible contribución a la literatura universal. La aparición de esta Narrativa completa de la colección Bibliotheca Avrea de Cátedra es una gran noticia, tanto para sus incondicionales como para los amantes de la buena literatura en general.

Porque una de las cosas que se desprenden de la lectura de este volumen es que Poe es mucho más que un escritor de relatos de horror; es cierto que su fama perdura, en buena medida, gracias a joyas tan reconocidas como «El barril de Amontillado», «El pozo y el péndulo» o «La caída de la casa Usher», pero más allá de unas docenas de cuentos de terror y misterio se puede descubrir a un creador completo, irónico y mordaz, con una inteligente mirada y una capacidad para la sátira brillante. La recopilación de todos sus relatos breves en un solo libro ayuda a formarse una idea del buen escritor que fue Edgar Allan Poe y de su genial habilidad para plasmar en unas cuantas líneas la estulticia, la envidia o el cinismo de los seres humanos.

Para entender esto, nada mejor que adentrarse en la lectura de algunos de sus cuentos menos conocidos: «Bon-Bon» (un curioso diálogo etílico entre un restaurador y el mismísimo diablo), «Cómo escribir un artículo a la manera del Blackwood» (un divertidísimo y ácido relato sobre el oficio de escritor o articulista), «El hombre de negocios» (una diatriba sobre el espíritu emprendedor que tanto se daba en los Estados Unidos de mediados del siglo XIX), «Los anteojos» (desopilante cuento acerca de un enamorado que siente más interés que pasión) o «Mellonta tauta» (una sátira política disfrazada de fábula utópica que antecede en medio siglo al 1984 de Orwell). Entre los más de setenta relatos del volumen hay auténticas joyas que nada tienen que envidiar a algunos de sus textos más ilustres: los que acabo de citar son buenos ejemplos, ya que en ellos podemos observar las características de un escritor que es mucho más completo de lo que la lectura de sus narraciones clásicas da a entender. En Poe encontramos una capacidad finísima para la sátira y la crítica social (se ve en «El hombre de la multitud» o en «El timo»), o para la incisiva mirada sobre lo público o lo político (algo que se aprecia en «El sistema del doctor Tarr y del profesor Fether»); además, si grande es su maestría para el horror o el misterio, no lo es menos para el humor: «Autobiografía literaria de Thingum Bob, Esq.», por ejemplo, lo pone de manifiesto sin ambages.

Además de los relatos breves, también se reúnen en este volumen las dos únicas novelas (una de ellas inacabada) que escribió el autor norteamericano. La reconocida Narración de Arthur Gordon Pym es, sin embargo, para el que suscribe, una de las piezas más flojas de todo el libro. Concebida sin espíritu de unidad y adoleciendo de una clara falta de cohesión, tanto temática como estilística, parece un texto adolescente, fruto más bien de una inspiración momentánea donde se pueden señalar momentos de una viveza extraordinaria (como la llegada al Polo Sur de la goleta Jane Guy, a bordo de la cual se halla el protagonista homónimo), pero que en general no consigue atrapar al lector por sus evidentes carencias.
La segunda de las obras más largas, El diario de Julius Rodman, no puede juzgarse de ninguna forma, dado su carácter inconcluso.

A pesar de todo, esta Narrativa completa ofrece una oportunidad estupenda para sumergirse en la obra de un escritor que décadas después sigue mostrando su genialidad en sus múltiples facetas. A los que, como uno, no conozcan en profundidad la obra breve de Edgar Allan Poe, les recomiendo encarecidamente su lectura, ya que no saldrán defraudados en absoluto. Entre sus relatos hay momentos de una genialidad indudable, y el nivel de su literatura está a la altura de los más grandes clásicos. Una delicia, sin duda.

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3 COMENTARIOS

  1. La lectura de Poe se confronta desde una posicion versatil e inclusive dinamica. La heterogeneidad de sus escritos sin duda alguna suponen la riqueza del escritor de «el cuervo». No cabe punto de critica a nivel narrativo, pues esta posee, como pocas, la capacidad de intrigar al lector y sumergirlo en un mundo que, aunque apocrifo, sucede sus acontencimientos en una realidad inmediata -factica-.
    Expresiones tan absurdas como «mucho ruido y pocas nueces» no caben en Poe, cada uno de sus realtos cortos, por ejemplo, muestran los intereses y preocupaciones de un hombre que no dejo pie para ser encasillado o etiquedo (como muchos han pretendido hacerlo). Lo terrorifico, los mistico, lo analitico, lo dramatico y lo fantantisco hacen mezcla de una manera extraodinaria en cada uno de sus relatos.
    Ironicamente, ante la gran gama de temas tratados en Poe, son los escritos esgrimidos dentro del genero terror los mas valorados por la critica, sin ser necesariamente los mas relevantes en sus obras. Inclusive podrian ser escritos como Eureka donde Poe hace manifestar sus verdaderos intereses metafisicos y misticos (empapados manifiesta o latentemente en toda su obra).

  2. Poe es un autor clásico, eso es algo de lo que no puede dudarse. Pero es un autor excepcional, un raro, un clásico raro. Eso lo hace más interesante. Rescatado del olvido o la indiferencia por los simbolistas franceses, Baudelaire a la cabeza, su fama se extendió pronto por todo el mundo. Para mí, más allá del nivel de su obra, constituye un caso único, y interesante en extremo por ello, de amalgama de contrarios que eran, y lo son aún hoy en día, muy difíciles de ver en la literatura: humor y tragedia, ciencia ficción y clasicismo literario, terror oscuro y lógica analítica, sentido poético y narración.
    Por no hablar del hecho de ser uno de los escasos autores clásicos que, como Borges, paso a la historia por sus narraciones cortas, género tan poco representado en la misma.
    Leí la misma edición que comenta Miguel, traducida por Cortázar, y me hechizó. Su opinión me parece que surge de la honestidad y una experiencia genuina, la mía también, y está por encima de la leyenda del personaje, que en su momento adolescente, como no, me interesó.
    Una asignatura pendiente, tal vez para este año que estrenamos, es leerlo en inglés.

  3. Sé que lo que voy a decir les parecerá a muchos, – incluyo entre ellos al autor de la reseña -, una herejía, pero Edgar Allan Poe representa, para mí, uno de los mejores ejemplos del varias veces comentado “mucho ruido y pocas nueces”. Me parece un autor sobrevalorado que se sustenta más en el mito que en su propio valor literario. Una locura, puede, pero es lo que pienso después de haber leído, en algunos casos sin conseguirlo totalmente, muchos de sus relatos.
    Círculo de Lectores publicó en 1979, con traducción de Julio Cortázar, y bajo el título “Edgar Allan Poe. Narraciones extraordinarias”, un magnífico compendio de la obra del autor de Boston. Son más de cincuenta relatos de todo tipo que, catalogados en distintos apartados, – Terror, Lo sobrenatural, Lo analítico, Paisaje, Lo grotesco…. -, dan una idea cabal, o por lo menos a mí me la dio, de su obra literaria en conjunto. Es uno de los pocos libros, y me duele decirlo, que me ha sido imposible concluir.
    Con mucho esfuerzo, y añadiendo a los ya clásicos algún otro relato como “Ligeia”, no me salen más de una docena de escritos que merezcan la pena. Los englobados bajo el epígrafe “Paisaje” son especialmente insufribles y algunos que constan entre sus más afamados, caso de “El escarabajo de oro” o “El misterio de Marie Rogêt”, deberían acompañarse de un prefacio que nos preparara para afrontar las decepciones en general. Cuestión de gustos, evidentemente.
    La historia de la literatura está repleta de escritores de vidas truculentas y finales misteriosos, y los humanos con el paso del tiempo, ya sea por morbosidad o conmiseración, somos muy proclives a entronizarlos en el altar de los “desgraciados”. El caso de Poe rebasa cualquier medida posible en la lista de vidas miserables, primer punto en su casillero. El segundo punto a su favor, es el inmenso trabajo que los medios de comunicación y el marketing han hecho en la promoción de su obra.
    Pero para que nadie piense que lo mío es una cuestión de animadversión personal, aunque lo parezca, diré que he tenido más de un acercamiento a la literatura de Poe. Dentro de la colección “Gran Diógenes” de Valdemar, “El relato de Arthur Gordon Pym” representa, también, uno de los mayores fiascos literarios de mi vida. Hace años me enteré de que Bram Stoker había escrito “La madriguera del Gusano Blanco”, – segundo en mi clasificación de chascos particulares -, bajo los efectos del opio,….bueno, pues mantengo serias dudas sobre el estado etílico de Poe durante el periplo viajero del amigo Arthur. El final del libro con las bandadas de aves, – gaviotas, supongo -, chillando ¡Tekelili!, y la figura humana envuelta en un sudario al fondo de la catarata, – dios, vuelvo a suponer -, me parecen más propios del delírium trémens que del proceso creativo de un escritor.
    Apunto, para no alargarme en exceso, una última curiosidad. Año 2009, doscientos aniversario del nacimiento de Poe, los estantes de las librerías rebosaban con publicaciones de sus obras…., parece que a Ediciones Cátedra, – excelente entre las excelentes, todo sea dicho -, no le dio tiempo suficiente para preparar su especial recordatorio.
    Cordiales saludos a los seguidores de solodelibros

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