Trastorno – Thomas Bernhard

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Trastorno - Thomas BernhardSiempre resulta un placer volver a Bernhard, un escritor profundamente consciente de los problemas a que se enfrenta el hombre en solitario y de su suprema fragilidad; pero al mismo tiempo, un escritor dolorosamente crítico con lo deleznable que el ser humano puede llegar a ser, sobre todo cuando actúa de manera gregaria.

«Trastorno» es una de las primeras obras de Thomas Bernhard y en ella ya apunta la muy personal manera de narrar del autor, así como los temas que más adelante serían recurrentes en toda su producción: el trabajo intelectual como un absurdo que acaba por conducir a la locura, la ignorancia como origen de la maldad y la violencia del hombre, o la soledad del ser humano y su imposibilidad de comunicarse con quienes le rodean.

Eso a pesar de que la primera parte de la novela carece de la intensidad narrativa que caracteriza obras posteriores del autor, lo que sin embargo se ve compensado por la voz de un narrador lúcido que presenta su jornada a lo largo de varios pueblos de un valle austriaco cuando acompaña a su padre, el doctor de la comarca, en sus visitas profesionales. Los distintos personajes y las consideraciones que sobre ellos y sobre sí mismos realizan padre e hijo vienen a ser una acertada reflexión sobre el malestar que la vida en sociedad genera en el hombre. Al acabar con su independencia de criterio para convertirlo en un ser socializado exacerba su egoísmo y su violencia lo que, al final, imposibilita precisamente la vida en común. Así, el estrecho valle que padre e hijo recorren es un trasunto de cualquier estrecha sociedad donde el hombre malvive, acorralado por su temor de no ser lo que se espera pero atenazado por el anhelo de liberarse.

En la segunda parte del libro asoma ya el mejor Bernhard, con su escritura de frases encadenadas y reiterativas (aunque la reiteración no llega a desarrollarse tanto como en obras posteriores). En esta segunda parte, padre e hijo abandonan el valle para visitar al príncipe Saurau, que vive en un castillo sobre una montaña que domina el valle.

El príncipe es el hombre que ha alcanzado la independencia de criterio que Bernhard reclama como imprescindible, aunque esa independencia le haya llevado a los límites de la locura. El que el príncipe viva aislado de la gente del valle, e incluso por encima de ellos, es una metáfora evidente de la importancia que el autor otorga a quien logra hacer el esfuerzo de, mediante la reflexión acerca de cuanto le rodea, elevarse por encima del pensamiento adocenado de los demás. Bien es cierto que esa, llamémosle, superioridad, aboca no sólo a la locura (o a otro tipo de razón), sino también a la soledad. La soledad del que comprende y por tanto ya no es capaz de situarse al nivel de su interlocutor a la vez que su interlocutor no puede jamás ascender al suyo.

Y es que la preocupación que Bernhard tratará en otras obras acerca de la insuficiencia del lenguaje como medio de comunicación aparece ya en «Trastorno». El lenguaje no pude servir al hombre como medio para comunicarse con quienes le rodean precisamente como consecuencia de las distintas esferas intelectuales en que los seres humanos se mueven. Hombres que no conciben el mundo de igual forma, al referirse a su entorno con determinadas palabras, no aluden sin embargo a un mismo concepto ya que cada cual se basa en experiencias y observaciones radicalmente distintas.

Ese aislamiento a que el lenguaje conduce no hace entonces si no aumentar la soledad del hombre. Esa soledad profunda y desesperada que rezuma la obra de Bernhard.

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7 COMENTARIOS

  1. LA HISTORIA DE AUSTRIA Y SU PASADO NAZI, LOS CRISTIANOS-CATOLICOS, ENFURECEN A THOMAS.UNA TARDE GRIS REPLETA
    DE LLUVIA, NIHILISMO FUERTE , DESESPERACION SIN LAGRIMAS.

  2. Un amigo me presento estos libros, me llevo la CALERA, deseperado por que yo conociera estas estrañas y terribles historias, el enamoramiento fue inmediato, hay humor y belleza en estos libros.

  3. historias llenas reveldia, sin esperanza, en donde el autor señala sus
    gustos filosoficos y musicales, la locura y una absoluta falta de sentido;
    una extraña belleza habita en estas historias.

  4. Sra. Castro,

    Si le ha gustado Trastorno estoy seguro de que Maestros antiguos le deparará horas de placer. En mi humilde opinión, de lo mejor de Bernhardt, pocas novelas me han hecho reír con tantas ganas, hasta dolerme el estómago. Esto último un hecho que a veces se pasa por alto de Bernhard: a pesar de la densidad y oscuridad de sus temas, el humor siempre está presente.

    Saludos

  5. Este fue el primer libro que leí de Bernhard: y desde entonces me subyugó. Seguí y seguí hasta dar con todo. Y aunque sé del abismo de la soledad, de la maldad, de la locura que existe en casi cada una sus páginas, la obra de Bernhard siempre me ha reconfortado; porque al parecer ofrece el consuelo de que si todo terminará, bastaría una sola palabra para empezar….

    saludos,

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