Vida y opiniones del caballero Tristram Shandy es una novela realmente particular. Los lectores amigos de los experimentos literarios la van a apreciar y aquellos que consideran que la novela necesita reinventarse podrán comprobar si la leen que hay innovaciones con al menos dos siglos de antigüedad.
Laurence Sterne se mostró dispuesto a jugar con el lector, y el lector aceptó de buen grado el juego, ya que la novela alcanzó un éxito inmediato mientras se publicaba —pues como la mayoría de las obras de la época apareció por entregas—, lo que demuestra que la mayoría de los lectores es mucho más inteligente de lo que muchos autores y editores piensan.
La novela, escrita en primera persona, al modo de unas memorias, promete narrar la biografía de Tristram Shandy. Sin embargo, y esa es su primera particularidad, no es la vida de Tristram la que cuenta, sino la de sus parientes más próximos (en especial las vidas de su padre y de su tío).
Tristram se propone, y así lo advierte al lector, empezar por el principio, así que promete remontarse al momento de su nacimiento. Pero pronto abandona su plan original y deja que la narración discurra de una manera por completo libre, donde un tema lleva a otro más por asociación de ideas que debido a que la historia siga la estructura tradicional de planteamiento, nudo y desenlace.
Ese extraño discurrir de la novela puede causar perplejidad en un primer momento. El lector, si no conoce nada de la obra, espera encontrarse con una biografía al uso. Pero pronto queda seducido por la capacidad de Laurence Sterne para adentrarse en las simas del alma humana y hacerlo además con un chispeante sentido del humor.
Por otra parte, si Shandy incumple su promesa de contar su vida, no incumple otras que a lo largo del texto hace al lector. Por ejemplo, promete dedicar un capítulo a las narices u otro a los botones y ojales, y en ambos casos cumple lo prometido, aunque los caminos que escoge para llevar la narración donde desea son harto tortuosos.
Esa es tal vez la más destacable peculiaridad de Tristram Shandy y lo que hace que su lectura resulte en especial interesante: Laurence Sterne, a través de su narrador Tristram, parece no saber adónde le va a conducir la historia. Él tiene un plan, contar su vida, pero el discurrir de la historia le conduce por otros derroteros.
El narrador se divierte (y hace que el lector se divierta con él) al tiempo que reflexiona sobre el proceso de creación o sobre los recursos literarios de los que se puede servir el escritor. ¿Quién dice que una novela deba siempre avanzar hacia delante?, se pregunta, e introduce lo que hemos dado en llamar un racconto.
Aunque la novela hace alusión a muchos personajes ilustres que para el lector contemporáneo han dejado de significar algo, su sentido del humor, sus acertijos y dobles sentidos y la libertad que respira la historia hacen que la lectura de Tristram Shandy merezca la pena doscientos años después.
Más de Laurence Sterne:
Si gracias por excelentemente reseña nunca lo he leído ,pero si me es muy her mozo de mi parecer el título de su obra» Viaje Sentimental ¨, Nuevamente Gracias .
JORGE LÓPEZ ZEGARRA
No hace mucho leí «Viaje sentimental» y pronto leeré a Shandy sabiendo perfectamente ya lo que me espera. Leyendo sin prisas Sterne ofrece grandes dosis de verdad.
Saludos