
Por este motivo el colectivo de economistas franceses se propone en este libro formular una serie de propuestas destinadas a mostrar las alternativas que se pueden tomar para salir de la crisis, aunque también para regir la economía con unas perspectivas más humanas, sostenibles y equilibradas. El ensayo se divide en capítulos dedicados a aspectos muy concretos que son tratados por especialistas en los campos a tratar; así, tenemos epígrafes dedicados a la política económica europea, al reto del ecologismo y el decrecimiento, a la fiscalidad, al gobierno de las empresas y sus objetivos, al empleo y sus diferentes reformas, a las regulaciones financieras internacionales, etc. En cada uno de ellos se hace un somero repaso de la situación actual y al final del mismo se formulan unas propuestas simples que condensan las ideas que se han expuesto en el capítulo.
En general se puede afirmar que Cambiar de economía es un ensayo interesante; sin embargo, presenta dos inconvenientes. El primero es que se circunscribe al caso francés, como es lógico; esto supone que ejemplos y propuestas van dirigidos, en su mayoría, a aspectos que no pueden extrapolarse fácilmente a otros países, o bien tienen una correlación escasa. En principio es una cuestión menor, pero provoca un cierto distanciamiento de algunos de los textos, puesto que el carácter del ensayo es por definición muy concreto, y por lo tanto sus tesis aspiran a ser específicas. Por otro lado, es cierto que el libro parte de un supuesto bastante técnico o especializado, puesto que hablamos sobre cuestiones financieras y económicas; no obstante, el nivel de algunos de los capítulos y las tesis que se desarrollan no son en absoluto divulgativos, lo cual puede llegar a desanimar a cualquiera que no tengo unos conocimientos medios de economía.
Por lo demás, y salvando esos detalles, el libro apunta con precisión a algunos problemas fundamentales que deberían resolverse cuanto antes, y además aporta soluciones y/o propuestas bien concretas para hacerlo. De hecho, algunos de sus capítulos deberían ser de lectura obligada para todos aquellos que sostienen eso de que «no hay otra forma de salir de la crisis»; por supuesto que hay otra salida a esta situación: una salida justa, equitativa, sostenible y sobre todo humana. Una salida que, confiemos, podamos llegar a construir entre todos.
Más de Economistas Aterrados:



Me parece muy interesante, estoy de acuerdo con el punto de partida y, por supuesto, lo leeré pronto. Añadiré un tercer inconveniente a los dos que expone: que los que no somos políticos mucho no podemos hacer (aunque no es poco estar concienciados y que no nos den gato por liebre) y que son ellos quienes deberían leerlo. Un saludo y muchas gracias.