Corona de flores – Javier Calvo

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1991

Como ya comenté al hablar de Mundo maravilloso, la narrativa de Javier Calvo está llena de fuerza y originalidad; aunque emparentado con ciertos autores norteamericanos, su estilo es fresco e innovador, y su interés por desarrollar historias enigmáticas y extrañas es más que encomiable, ya que introduce aires renovadores dentro de la estancada literatura actual en castellano. Calvo demuestra que la innovación no está reñida con el entretenimiento, y en sus historias encontramos elementos de todo tipo que contribuyen a generar tramas seductoras y personajes atractivos.

Corona de flores hace gala, sobre todo, de estos últimos. Los protagonistas que aparecen en la novela son seres desconcertantes, oscuros, contradictorios y, sobre todo, cautivadores. El inspector Semproni de Paula, un elegante policía medio enano que hace gala de la más terrorífica violencia; el anatomista y frenólogo Menelaus Roca, un fotofóbico científico con un malsano interés por encontrar la raíz eléctrica de la vida en el cerebro humano; Aniol Almarrosa, un joven impresor que escribe en secreto el folletín licencioso más leído en la Barcelona de 1877 donde transcurre la acción; o Dado Blokium, un enigmático y atildado diplomático que parece saber mucho más de lo que revela. Todos ellos son creaciones mayúsculas, con rasgos que los identifican enseguida y que los transforman en entidades completas y redondas, aquejadas de todo aquello que tememos encontrar o que deseamos poseer.

Es inevitable hacer uso del adjetivo «gótico» para referirse a Corona de flores; quizá, sobre todo, por la cuidada ambientación que Calvo ha pergeñado para esta estrambótica historia. Barcelona se convierte en un elemento imprescindible en la obra, un trasfondo casi maléfico, permanentemente envuelta en los humos de las fábricas (lo que en la novela llaman con cierta majestuosidad el «Dosel de Sombras») y poblada de seres que se mueven en la oscuridad como si de una población de ratas se tratase. Como bien apunta Alvy Singer en un comentario en el blog del propio autor, hay mucho de From Hell, de Alan Moore, en la novela, si bien la atmósfera de la novela de Javier Calvo tiene un carácter propio indiscutible. La recreación de este ambiente malsano y horripilante es uno de los mayores logros del libro, ya que se paladea la repulsión que provocan los callejones solitarios y las callejas hediondas.

Por otra lado, esa misma hediondez está presente en casi todos los personajes, como decíamos al calificarles de «contradictorios». En Corona de flores no hay ni un sólo héroe: en todo caso, lo que podemos encontrar son víctimas, bien sea de su pasión (Roca), de su orgullo (de Paula) o de su imaginación (Almarrosa). La sensación perenne de que nadie es lo que parece recorre todas las páginas de la novela, haciendo que la trama se complique por la evidente imposibilidad de acertar con el comportamiento que exhibirán los personajes: no es tanto que susciten sorpresa, sino que se desvelan capa a capa con una sutileza no exenta de ferocidad. Calvo ha creado una panoplia de seres que pueden considerarse casi despreciables, pero a los que es inevitable coger cariño por su debilidad y la desconcertante certeza de que todos tenemos algún punto en común con cualquiera de ellos.

La historia, a diferencia de alguna de sus anteriores obras, se desarrolla con una mayor precisión y no queda tan abierta como en otras ocasiones. Es cierto que la enrevesada trama de asesinatos que es el eje del libro no desemboca en un clímax redondo y autorreferencial, quizá porque, entre otras cosas, el autor no considera necesario hacer del texto un artefacto perfectamente inteligible y completo. Con todo y con eso, Corona de flores es una novela espectacular, a ratos brillante y muy seductora; Javier Calvo ha escrito un libro sólido y rico en ambientes, con personajes notables y una atmósfera tan embrujadora como desquiciante (que comienza con la mismísima portada, fruto de una artista que merece la pena conocer: Carmen Burguess). Todo un placer en estos tiempo de narrativas descafeinadas y repetitivas.

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5 COMENTARIOS

  1. Pues creo que debo ser al único que escribe aqui al que le ha gustado la novela.
    Los personajes me resultan interesantes sobre todos el protagonista Menelaus Roca y el inspector de policia Semproni de Paula.La descripción y el retrato que va haciendo de la Barcelona del S.XIX me gusta mucho y considero que esta muy bien ambientado, intentado también retratar el momento histórico(anarquistas,monarquicos,carlistas….).
    Un aspecto que quiza me ha resultado más desagradable es el nivel de violencia, pero supongo que los metodos policiales en la España del S.XIX no sería muy diferentes.
    En resumen yo me lo he pasado bien con la novela, y lo que si comparto con PAU es su opinión sobre el final, ya que yo tampoco lo he podido comprender muy bien.

  2. vaya porquería de libro… llegas al final y te quedas como al principio, sin nada, no aclara nada, y no cuenta nada, es una perdida de tiempo….

  3. «Corona de flores» ha sido mi primera aproximación a la obra de Javier Calvo.

    La novela me ha parecido entretenida,una novela para pasar un rato agradable.Trama seductora,personajes atractivos,ambientes adecuados como bien apunta la reseña pero,….a pesar de todo ello,ha dejado en mí un sabor algo agridulce.

    Es cierto que la Barcelona recreada es un buen decorado para la trama de esta novela gótica,o neovictoriana como le gusta definirla a su autor,pero todos los escenarios resultan demasiado extravagantes,excesivamente truculentos,lo que,en mi opinión,va en demérito de su credibilidad.Nubes de humos,aparato eléctrico,frío,nieve,inundaciones,algo así como el día posterior a un apocalipsis nuclear y de esos tópicos,creo que se ha escrito ya bastante,demasiado incluso.

    Con los personajes ocurre algo parecido,consiguen despertar la simpatía del lector,incluso los más perversos,pero dan siempre la impresión de ser pura fachada;no sabemos lo que piensan,lo que sienten.A fuerza de maquillarlos en exceso para convertirlos en más originales,se consigue que pierdan vida y pasen a ser únicamente marionetas en manos de un autor.

    Javier Calvo reconocía en una entrevista,no recuerdo en qué periódico,que a la gente le gustan las novelas con incestos,violaciones y torturas,de ahí el éxito de Stieg Larsson;pero no creo que ésa sea una acertada referencia para una buena lectura,ni tan siquiera para una buena novela negra.¿No será que el autor,apuntándose a la moda ,nos dado una buena ración de «lo que a la gente le gusta»?.

    Posiblemente lo haya conseguido, pero a costa de pasarse en su dosis.

    Un cordial saludo para los seguidores de solodelibros.

  4. Chesbro ya tenía un detective enano en sus obras. Un debe para el autor.
    Por otro lado, la originalidad en sí en los personajes creo que no es literatura. Puede ser inventiva y, en mi opinión, fácil, basta con retorcer un poquito la realidad. Pero si no se sustenta en calidad literaria es algo vacío.
    Creo que es lo que le pasa a Calvo.

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