El primer acercamiento a Cioran (como es el caso del que suscribe) no puede ser sino fascinante y sobrecogedor. El complejo pesimismo que encierra su obra (y «Del inconveniente de haber nacido» es sólo un ladrillo en todo su armazón filosófico) es desesperado, agobiante, pero muy iluminador y, en última y extrema instancia, liberador.
Escrito en forma de pensamientos o aforismos, como casi todos sus libros, en este tratado Cioran reflexiona acerca de varios temas, como la alienación del individuo, la decadencia, la tiranía de la historia, la conciencia y la razón. Por supuesto, como se deduce por el título, el meollo del libro lo constituyen las lucubraciones en torno al hecho del nacimiento. El filósofo rumano entiende que, más que la muerte, lo verdaderamente preocupante es haber sido expulsado a un mundo del cual nada quería saber. La vida sería, en cierto modo, un estado incierto, no ‘natural’, un intermedio entre la nada de la que provenimos y a la que volveremos:
Hubo un tiempo en que el tiempo no existía… El rechazo del nacimiento no es otra cosa que la nostalgia de ese tiempo anterior al tiempo.
El sentimiento de saberse conocedor de un ‘secreto’ terrible, de haber observado el abismo y continuar viviendo, es sofocante para Cioran. Su conocimiento de lo que le rodea, su penetrante visión del alma de los hombres no le convierte en alguien más feliz, sino todo lo contrario.
Sin la facultad de olvidar, nuestro pasado tendría un peso tal sobre nuestro presente, que no soportaríamos abordar un solo instante más, y mucho menos entrar en él. La vida sólo le resulta soportable a los caracteres triviales, a aquellos que, precisamente, no recuerdan.
Aunque lleno de contradicciones (al parecer —leo en una biografía suya— se le atacó mucho por ese motivo), sus ideas son certeras, repletas de amargura y cinismo; muchas veces golpean en lo más profundo:
Siento que soy libre, pero sé que no lo soy.
En general, la frustración por el hecho de estar vivo es el leit motif de muchos de estos aforismos. No deja de ser chocante el que una persona tan admiradora del suicidio, que defendía la validez de la muerte sobre la vida, acabase muriendo por causas naturales a una edad avanzada, aunque no sea más que otra contradicción para añadir a la lista. Sin embargo, en algunas de sus exposiciones se puede encontrar mucha verdad, lo cual no obsta para no comulgar con su ‘visión’ del mundo, tan lúcidamente pesimista. Leído sin prejuicios, Cioran puede llegar a ser un revulsivo vitalista, puesto que su frustración le dotaba de una peculiar mirada, una herramienta que diseccionaba almas y comportamientos, y que nos ha dejado sentencias necesarias y sabias.
Más allá de las posturas filosóficas de cada cual, un acercamiento a su obra es recomendable y provechoso.
Hola, Me encantó tu blog, y si…soy una más del club de adoradores a Ciorán.
Ciorán logra iluminarme como nadie.
Besos.
Hasta pronto.
Buen dia a todos ustedes,a mi como a ustedes me fasina E.M. Cioran el ha perdido toda esperanza sobre los seres humanos. «Los seres humanos como los mendigos no tienen otra intencio mas que la de existir ….. esa honestidad ni el mismo diogenes la pudo encontrar en el ser humano
Hola, que tal, excelente blog, muy interesante, me ha agradado mucho. Muchas de las lecturas encontradas aquí han quedado en mi librito de «libros pendientes», y qué mejor que Cioran, es un filósofo excelente, aunque por ejemplo, lo que se le achaca acerca de ser contradictorio, finalmente no es un defecto de su escritura, es un cinismo sin fin, interesante de la propia negación, una burla de la tesis y la antitesis, que tal vez no se logra nunca una síntesis, pero este filósofo es maravilloso. Acerca de su muerte, podríamos decir, que no se suicidó, por que si lo hacía, dejaba de jugar con ese recurso del suicidio. Era un suicida de mente, pero nunca «físico», era tanta su fascinación por el dolor, su masoquismo, que si se suisidaba, no podría ya disfrutar de ese exquisito dolor.
[…] hay una reseña del libro “Del inconveniente de haber nacido” en solodelibros, por parte del Sr. Molina, habitual […]
Cioran…
Como miembro y fundador de una tertulia que precisamente se llama «Tertulia Cioran», en homenaje a este filósofo rumano, me alegran tus comentarios y te agradezco que lo refieras en un blog que acabo de conocer y como apasionado de la literatura me parece muy interesante.
Lo visitaré asiduamente.
Por una vez estaremos en desacuerdo. Nunca he conseguido aguantarlo.