Mijaíl Y. Lérmontov es considerado el sucesor de Pushkin pues, a pesar de morir a edad muy temprana también a consecuencia de un duelo, su talento lo sitúa como una de las figuras claves del romanticismo.
Un héroe de nuestro tiempo se reconoce sin embargo como una novela de transición entre el romanticismo y el realismo. Sin embargo, si bien encierra una crítica a la buena sociedad de la época, lo que puede unirla con el realismo que ya se avecinaba, alberga todavía muchas de las características de la novela romántica.
El «héroe de nuestro tiempo» es Pechorin, una figura que representa realmente al antihéroe hastiado de todo, levemente cínico, que esconde su corazón torturado bajo el disfraz del hombre desapegado que sólo busca su placer y conveniencia.
En la novela se recogen cinco historias protagonizadas por nuestro hombre: la primera narrada por un hombre que le conoció, las siguientes tomadas del diario del propio Pechorin. En ellas se combina una forma ya realista con un fondo todavía netamente romántico.
Las montañas del Cáucaso son el telón de fondo de estas cinco historias. Un telón majestuoso y abrupto que sirve como marco perfecto para la vida de las abruptas y majestuosas gentes de las montañas, que resistían o convivían con los puestos de avanzada rusos. Lérmontov despertó el interés por la vida de estos indómitos guerreros cuyas vidas también describiría Lev N. Tolstói en Hadjí Murat.
Además de las escarpaduras del Cáucaso y para que no falte detalle que una Un héroe de nuestro tiempo al romanticismo que expiraba, en la novela no falta una extraña aventura con una enigmática muchacha al lado de un mar tempestuoso, ni el antiguo amor imposible reencontrado por sorpresa, ni la aventura galante, ni por supuesto, el duelo.
Pero Pechorin no termina de ser un héroe romántico en cuanto que une a ese sentimiento vehemente propio del romanticismo, y del que se burlaba el tío Piotr Ivánich de Iván A. Goncharov, una mirada crítica que dirige no sólo hacia el exterior sino, sobre todo, hacia sí mismo.
Un héroe de nuestro tiempo es, por encima de los nexos que la enlazan todavía con el romanticismo, una galería de personajes que anticipa ya las irrepetibles páginas de Tolstói, Dostoievski o Chéjov. Una novela que tiene ya el sabor de la mejor literatura rusa, de la que en solodelibros nos declaramos rendidos admiradores.
No estaría tan seguro de afirmar la construccion del personaje de Pechorin como «Levemente cínico»; más bien diria que es la caracteristica que lo define como hombre superfluo, hastiado, y destructivo ( refiriendome a las ilusiones de quienes se encuentran con él).
Acabo de leerlo y no logro terminar de explicarme la adminaración que me despierta el enfoque que muestra de una manera tan abierta todos los sentimientos y pasiones de Pechorin, que gran novela.
Es un comentario breve y aleccionador. Hace mucho que lo leí y con este artículo regresa el agradable sabor de boca que dejó.
Nada que agregar a la reseña que presentan. He de dejar constancia que recién termine la lectura del libro en una bella edición de Jímenez-Fraud y eso le dio un toque más especial.
Un héroe de nuestro tiempo – Mijaíl Y. Lérmontov…
Mijaíl Y. Lérmontov es considerado el sucesor de Pushkin pues, a pesar de morir a edad muy temprana también a consecuencia de un duelo, su talento lo sitúa como una de las figuras claves del romanticismo. “Un héroe de nuestro tiempo” se recono…